Cierran el Congreso a grupos religioso

Diputado morenista Héctor Malavé acusa al obispo de “atentar contra el Estado”

Endemoniado, totalmente fuera de sus casillas, a gritos y manotazos, el diputado morenista Héctor Malavé Gamboa agredió y correteó a decenas de ciudadanos de diversas agrupaciones religiosas que acudieron al Congreso a entregar una iniciativa para reformar el artículo sexto de la Constitución Política de Campeche, que expone el respeto el derecho a la libertad religiosa, y acusó al obispo José Francisco González González de atentar contra la estabilidad del Estado.

Con la mirada desorbitada, cabello revuelto, ceño fruncido y cuerpo sudoroso, el morenista increpó a los creyentes, gritó en repetidas ocasiones “que se le van a cerrar todas las puertas a la Iglesia Católica”, y encaró a uno de tres monjes presentes al que acusó de ser el líder de la ‘secta’, de ‘no ser cristianos sino fascistas’ y le exigió que se retirara de las inmediaciones del Palacio Legislativo, a pesar de ser vía pública. El sacerdote sólo lo miró con compasión y lástima, sin responder a sus arrebatos.

Tras tirarse al suelo y culpar a una mujer de la tercera edad de haberlo agredido, el enardecido legislador ‘guinda’ acosó a los cristianos, en su mayoría de edad avanzada, y los amenazó con cerrarle las puertas a la Iglesia Católica, argumentando que esta ‘es adversaria siempre de todos los avances progresistas de la izquierda’, y sacado de sus cabales gritó que ‘esto es un golpe de Estado’.
Acusó reiteradamente al obispo González González de meterse en los intereses del Estado. Los feligreses le replicaron que el obispo no estaba en el plantón, y con los ojos desorbitados insistió en que “ustedes lo representan, fueron enviados por él”. Ningún otro legislador morenista intervino para agredir a los representantes de diferentes asociaciones religiosas registradas en la entidad, pero nadie tampoco lo detuvo o contuvo. Así, de facto validaron su atrevimiento.
Con la oración ‘Señor, ten piedad y misericordia de nosotros y del mundo entero’, Malavé Gamboa emprendió la retirada, pero al ver que su homólogo del PRI, Ricardo Miguel Medina Farfán arropó la iniciativa para presentarla en la sesión ordinaria, regresó y tirando codazos lo encaró, y exigió otra vez que los monjes se fueran del Palacio Legislativo.
“Hay ministros religiosos vestidos de religiosos, movilizando a un pueblo religioso, para presionar al Congreso laico”, balbuceó iracundo. A manotazos y gritos intentó impedir que hablaran el diputado Medina y la representante de la asociación civil ‘Más vida, más familia’, Nicte Ha Aguilera Silva, sobre el contenido de la propuesta que pretendían entregar ayer, pacíficamente, en la sesión ordinaria del Congreso. Nuevamente fue correteado al unísono de ‘fuera Morena’, por lo que no tuvo más remedio que refugiarse en el salón de sesiones.
El priísta explicó que esta iniciativa, elaborada por diversos grupos y asociaciones religiosas, busca reconocer derechos y libertades religiosas, en concordancia con el artículo 24 de la Constitución Federal, para que la ciudadanía pueda ejercer su fe y que los padres de familia tengan la decisión sobre el tipo de educación religiosa de sus hijos.
Además garantizar la objeción de conciencia, para que trabajadores del sector salud puedan negarse a hacer algo que vaya en contra de sus creencias religiosas. Medina Farfán firmó la iniciativa, a la que se sumó la diputada mocista Teresa Farías González, y todos los líderes religiosos.
Aguilera Silva, representante de la asociación civil ‘Más vida, más familia’, abundó que la iniciativa contiene 50 mil firmas de cristianos de todo el Estado, que piden que este derecho se consagre en la Constitución local, ya que la Carta Universal de Derechos Humanos en su artículo 18 señala que países y Estados tienen la obligación de garantizarlo.
Advirtió que denunciará las agresiones de Malavé Gamboa ante la Fiscalía General del Estado (Fgecam) y la Comisión de Derechos Humanos (Codhecam).
Una comitiva de manifestantes intentó ingresar al salón de sesiones, donde sería leída la iniciativa ante el Pleno, pero personal del Congreso mantuvo las vallas y negó el acceso, con la excusa de que la Mesa Directiva que preside la morenista Violeta Bolaños Rodríguez, declaró a última hora la sesión como ‘de carácter reservada’, pese a que en la agenda no había ningún asunto que ameritara tal declaratoria.