Sale en defensa de una educación sin adoctrinamiento ni manipulación
Tal parece que la llamada “revolución de las conciencias” que se ha propuesto el Gobierno de la 4T ha entrado en su fase de “se hace porque se hace”; así se deduce tras conocer la postura del presidente Andrés Manuel López Obrador en torno a los libros de texto gratuitos.
Por lo anterior, la Diócesis de Campeche realizó un llamado a las autoridades educativas para “hacer un constante ejercicio de escucha, centrado en el interés superior de niñas, niños, adolescentes y jóvenes, pronunciándose por la prudencia y responsabilidad de los involucrados y entablar un diálogo constructivo”.
En su editorial, “El Observador”, órgano oficial informativo de la Diócesis de Campeche, recuerda que “ante las protestas de padres de familia, académicos y el propio Poder Judicial”, se le aplicó a la Secretaría de Educación Pública (SEP) un ultimátum de 24 horas para suspender la distribución de los libros de texto gratuitos.
Destaca la afirmación del presidente López Obrador de que no habrá amparo que detenga la distribución de los libros, misma que ya se está realizando, “y va, porque va”.
O sea, poco importa que los encargados de estructurar los nuevos textos gratuitos no hayan consultado a la sociedad, académicos, padres de familia y maestros.
“Creyeron que no era necesario, pues ellos se han de sentir súper preparados para un trabajo de tal envergadura; claro, tenían motivos para así creerlo, pues de lo que se trataba, según la orden recibida, era de aplicar un plan de adoctrinamiento y de implantación de una ideología de género que, si se acepta la distribución, seguramente lo lograrán”.
Pero les salió la criada, respondona. Y comenzaron las protestas una vez que los padres de familia se enteraron de que los nuevos textos hacen a un lado la enseñanza de matemáticas e historia, entre otras anomalías.
Amén de la aplicación de un “nuevo idioma español” con el uso de términos como dijistes, entraste, saliste, sube para arriba o baja para abajo, “porque así habla el pueblo”, total, mientras más ignorante se mantenga más fácil será su manipulación, reflexiona.
Expone que “hemos visto que no le será muy sencillo a la transformación de cuarta poner en marcha su revolución de las conciencias. El pueblo bravo (no el bueno y sabio) ha dicho basta a tanta manipulación, y más ahora que el adoctrinamiento pretende ir sobre sus hijos; lo han dicho muy claro: la educación se da en casa y la enseñanza (de la buena) en la escuela. No hay más”.
Y una vez más, la Iglesia Católica ha salido en la defensa educativa y contra los abusos que se pretenden sobre una sociedad que parecía inerme.
Así, el último día de julio, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) volvió a tomar al toro por los cuernos para manifestar que comprende la preocupación de familias y académicos por el tema de los libros de texto gratuitos.
E hizo un llamado a las autoridades educativas a hacer un constante ejercicio de escucha, centrado en el interés superior de niñas, niños, adolescentes y jóvenes, pronunciándose por la prudencia y responsabilidad de los involucrados para entablar un diálogo constructivo.
Invitó a los padres de familia a comprender que ellos son los principales responsables de la educación de sus hijos, y detalló que es obligación de los tutores y padres en casa acompañarlos, conducirlos hacia el respeto, el perdón, la gratitud y el diálogo.
En tanto, a los maestros les pidió demostrar cercanía y respeto, leer en el rostro de los alumnos el hambre de humanidad y de sentido, pues sólo en el amor se puede comunicar una experiencia educativa.
“La paz se construye a partir del compromiso de vivir esta realidad desde los valores fundamentales del bien, la verdad la bondad y la belleza”, cita el texto de la CEM. “¿Será que lo entiendan los sabios de la 4T?”, concluye el editorial.
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