INCLUSIÓN, DEL DICHO AL HECHO. La creación de la Secretaría de Inclusión fue, sin duda, un buen paso para sensibilizar sobre la discapacidad, diversidad sexual, grupos indígenas y vulnerables. Suena bien eso de “hacer visibles a los invisibles”, pero el trabajo expuesto por Patricia León en su mayoría fueron cursos de capacitación, más no muestra cómo se trabaja para cobijar y beneficiar a los grupos que se pretende ayudar.
Se aplaude el que se trabaje contra la discriminación y la intolerancia, además de erradicar estereotipos, pero el objetivo debería ser el de crear una nueva ventana de oportunidad para todas esas personas y grupos a los que se pretende ayudar, y así darles un motivo para sentirse valiosos, útiles e iguales.
Lo más sencillo y barato es impartir cursos, pero lo caro y que cuesta más trabajo, esfuerzo y dinero, es precisamente la inclusión. Pasar del dicho al hecho. ¿Qué se hará en ese sentido? Ahí se medirá si fracasa o tiene éxito la recién creada Secretaría, en hacer visibles a los invisibles. Ojalá tengan éxito, por el bien de todos esos grupos vulnerables.
TERGIVERSA SUBSIDIO DE LUZ. La secretaria de Medio Ambiente, Angélica Lara Pérez Ríos, presumió la reducción en el costo de la energía eléctrica “de los que menos tienen”, sin embargo —y para no decir que también mintió—, en los hechos no es así. Subsidiar una parte del consumo de energía es loable, más no se ha reducido el costo, por el contrario, ha aumentado año tras año.
Con el terrible calor ocasionado por el calentamiento global, los hogares requieren más ventiladores y, si se puede, de un aire acondicionado. Pero con ese lujo viene la penitencia de pagar más luz. Consumir más energía, te excluye del subsidio. Entonces, ¿cómo puede la población aspirar a vivir mejor si enseguida le suben el cobro de luz? Pareciera que está prohibido mejorar la calidad de vida de la casa propia.
Todos los gobiernos han trabajado en llevar energía a las comunidades, y desde el anterior se otorga el subsidio sólo a quienes consumen menos. Pero, ¿se debe trabajar para todos o sólo para los que menos tienen? Lara Pérez Ríos debería enfocar sus esfuerzos en lograr tarifas más bajas para todos los campechanos, tal y como prometió la gobernadora que lo haría… y seguimos esperando.
SPOTS NO AYUDAN A LAYDA. ¿Quién le hace a la gobernadora esos comerciales que la flagelan, apuñalan, y la ponen en boca de todos? Sus asesores políticos deben ser más cuidadosos, sobre todo porque saben de su enorme cola. No se puede presumir lo que no se tiene, ni pretender ser lo que no se es. Analicemos rápidamente:
“Los corruptos que saquearon a Campeche — ¿como Carlos Sansores Pérez?— ya no están. Quisieron robarse tus ilusiones y esperanzas —de hecho, se las robó—… resolvemos el caos de su mala administración —el caos económico lo tenemos desde que inició la actual—. Esos hijos del influyentismo — ¿como Layda Sansores?— no quisieron apostar por el futuro —ni ella lo hará tampoco—… lo que hacemos en el Gobierno de Todos — ¿los Sansores?— tiene un destino claro: tu bienestar — ¿entonces quién se llevó los 40 mil millones de pesos que ya se ejercieron?—… lo que esperaste durante años —que acabe la corrupción—, ocurrirá en esta Administración — ¡no pues ya nos chingamos!—”.
Es lo que piensa cualquier persona informada que ve esos mensajes. ¿Será que para el próximo tengan en cuenta los lastres que arrastra del pasado? Esperemos lo hagan y cuiden más lo que queda de la imagen de la gobernadora.
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