Qué irónico que cuando el Gobierno todos los días tiene su “mesa de la paz y la seguridad” para atender esos problemas, es cuando la violencia más ha aumentado…
Alejado en la distancia han quedado los recuerdos de esa proverbial paz, tranquilidad y seguridad, que le permitía a los pobladores de estas tierras salir todas las tardes, luego que el sol se ocultaba, a charlar con sus vecinos en las puertas de sus casas, a jugar la tradicional lotería e incluso, a dormir a pierna suelta con puertas y ventanas abiertas, pues no se corría el riesgo de algún asalto o peor, de alguna ejecución.
—“Esos son recuerdos de los abuelitos de un pasado que ya nunca va a volver, hay que adaptarnos a la realidad —expresó don Memín, tan escéptico y directo como siempre—. No existe un solo rincón habitado del planeta que pueda darse esos lujos y privilegios porque el crimen organizado ya domina prácticamente en todas partes…”.
—“Me parece muy cierta tu apreciación, le respondió el poeta Casimiro, pero eso también justifica la ineptitud de quienes tienen la obligación de garantizar a los ciudadanos la paz, la seguridad, la tranquilidad. Y qué irónico que cuando el Gobierno todos los días tiene su “mesa de la paz y la seguridad” para atender esos problemas, es cuando la violencia más ha aumentado”.
Don Julián intentó moderar en el debate. “No estamos ciertamente al nivel de otras ciudades donde el crimen organizada rafaguea a los que van a restaurantes o a los bares, que bloquea calles y avenidas en las ciudades, que incendia gasolinerías e incluso mata a niños inocentes, pero si las autoridades actuales siguen demostrando ineptitud o complicidad, que nadie dude que pronto vamos a estar en esas mismas condiciones que ahora sólo vemos por las noticias”.
—“Ya no hay días de paz en nuestra amada tierra, agregó el poeta Casimiro. Los reportes cotidianos hablan de balaceras, de ejecuciones, de robos, de asaltos, de extorsiones, sin que haya una sola reacción por parte de nuestras autoridades. Se ha tolerado, protegido y encubierto a la Momia Guanajuatense y ese parece ser el peor error que está cometiendo la Ruca Gacha. Mientras más poder le confiere, más aumenta la delincuencia”.
—“Lamentable la situación que estamos viviendo —coincidió don Julián— pero como bien comentan los valientes ciudadanos en las redes sociales, es culpa nuestra porque tuvimos hace unos meses la oportunidad de reorientar el rumbo y de tener mayoría en el Congreso, pero simplemente no se pudo, imperó la compra de votos, el soborno, el chantaje y hasta el miedo a perder el empleo los que trabajan en el Gobierno. Pero ya tendremos otra oportunidad de cambiar las cosas”, expresó.
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