Tribuna Campeche

Diario Independiente

Desalojados, dispuestos a enfrentar al sistema

Tras 12 días de plantón, algunos ya resienten daños en su salud

Cansados, enfermos, decaídos, decepcionados y enojados, los habitantes de la comunidad de San Eduardo continúan en los bajos del Palacio de Gobierno en su lucha por regresar a sus casas; exigen justicia y advierten que están dispuestos a enfrentar al sistema podrido y corrupto que encabeza la gobernadora Layda Elena Sansores San Román, a fin de recuperar su patrimonio.


Madres con sus hijos, adultos mayores, jóvenes y familias que fueron desalojadas de los predios de la comunidad de San Eduardo el pasado 3 de julio, por más de 100 elementos ministeriales y policías estatales, demandan una mesa de diálogo con el Gobierno del Estado para que puedan ingresar a sus viviendas a recuperar sus pertenencias.


Hace como seis meses los intentaron sacar, pero no lograron su cometido. La gobernadora dio la orden para despojarlos de su patrimonio, acusan. La lona tendida como techo cubre los utensilios de cocina en los que elaboran sus alimentos; llevan 12 días plantados en el Palacio de Gobierno.


Dicen estar cansados, pero firmes en su lucha. Pasan hambre, sed, malas noches, y hasta se han enfermado de diarrea y vómito. Algunos con gripe y calentura. Han estado resintiendo las inclemencias del tiempo con las lluvias de las tardes, además de que durante el día son golpeados por el intenso calor.


“El Gobierno no quiere dialogar. Quiere cansarnos para abandonar la lucha, desistir en la causa, y dejar de pelear por nuestro patrimonio, pero está equivocado. La injusticia de Layda Sansores no quedará así nada más, es totalmente decepcionante Morena que dice ser el partido de los pobres, cuando en los hechos demuestra que sólo sirve a los intereses de los ricos, peor de lo que tanto criticaron”, reprochó Guadalupe Narváez.


Y señaló que Layda Sansores “quiere quedar tan bien con su chica Marcela”, que le mandó construir un corralón justamente junto a los predios de San Eduardo, pero como seguramente le estorban nuestras viviendas, y le gustó el terreno, quiere adueñárselo.


“Es una vil corrupción, primero dijeron que ese terreno era particular, luego que el presunto dueño lo dio arrendado, y ahora que ya se lo donó a la gobernadora. No saben qué inventar, pero lo cierto es que todo se trata de mentiras”, remató.

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