Luego de emular el gesto humilde de Jesucristo de lavar los pies de sus apóstoles, y de conmemorar la solemnidad de la institución de la Sagrada Eucaristía en el Jueves Santo, el párroco de catedral, Francisco Velázquez Trejo, llamó a los feligreses a no ir a la playa este Viernes Santo, que es día de luto para los cristianos, sino acudir con fe y devoción a los oficios religiosos.
En su homilía llamó a la feligresía a no dejar la Eucaristía, que fue el regalo que dejó Cristo para que los apóstoles, y que trascendió con el paso de los años a través del sacerdote, y el cual es el alimento importante del espíritu.
Velázquez Trejo destacó que lo más importante del Jueves Santo no es el lavatorio de pies, sino la cena del Señor, en el que se come el cuerpo y sangre de Cristo, y que al hacerlo se tendrá un lugar junto a él.
Además llamó a no acudir a las playas en Viernes Santo, porque es el mayor pecado, al estar de luto por la muerte de Cristo, y también invitó no sólo acudir al viacrucis, sino también a los oficios de la tarde, que son importantes en esta Semana Santa.
Ante la grey católica en la Catedral de Campeche se conmemoró el lavado de pies que Jesucristo realizó a sus 12 apóstoles, el cual da inicio el triduo pascual, en el que se celebra la cena, siendo la primera misa y eucaristía, la institución del sacerdocio y el mandamiento del amor.
En esta misa también se conmemoró al sacerdote para poderla celebrar, hacerla presente y actualizarla, ya que Jesús busca no sólo remembrar la Eucaristía, sino también a los sacerdotes, y por eso es que también se felicita a ellos, porque han decidido consagrar su vida al Señor.
Velázquez Trejo mencionó que como sacerdotes están llamados a cumplir el mandamiento que Jesús, que se concreta en que se debe amar unos a otros, como él ha amado.
Dentro de la cena del Señor, precisó, se tiene un gesto significativo, que es el lavatorio de los pies, en donde se hace siervo para dar ejemplo de servicio y de entrega, y eso motiva a los fieles a participar en esta celebración, recordando como Jesús fue tomado preso.
Es el día donde rendimos culto y adoración de Jesús sacramentado, de servicio y entrega, por lo que se motiva a todos los fieles a participar en esta celebración y a visitar las iglesias, que es tradicional, y el Viernes Santo es un día de luto, de silencio y meditación de la pasión y muerte de Jesucristo, puntualizó.
Al término de la homilía, entre cánticos y alabanzas, creyentes y sacerdotes de la Diócesis de Campeche participaron en la procesión, que encabezó el Santísimo Sacramento y recorrió las iglesias de San Francisquito y del Jesús, para recordar la visita de los siete templos, que algunos fieles incluso realizan de manera particular.
Decenas de fieles caminaron varias calles del Centro Histórico, elevando plegarias y oraciones. Ya en la catedral, presenciaron la ‘adoración nocturna’, que recrea el pasaje de la oración de Jesús en el huerto de Getsemaní, cuando es tentado y posteriormente entregado para su crucifixión.
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