¿Y su feminismo?

El falso feminismo de Layda Sansores la ha llevado a utilizar a las  instancias de procuración e impartición de justicia, para tomar venganza de mujeres que la ‘agredieron’.

La vengativa y rencorosa gobernadora Layda Elena Sansores San Román ha pregonado todo el tiempo y en todas partes que es ferviente defensora de los derechos de las mujeres. Paladina feminista que se auto cataloga como ejemplo a seguir por los de su género, y dice que por eso no permite que nadie la ofenda, ni la critique, ni le señale sus errores.

Lo cierto es que nada de eso es cierto. Qué paradoja. Ni ha defendido los intereses de las mujeres —sólo de SUS mujeres—, ni es ejemplo a seguir en la defensa de esos derechos.

Por el contrario, Layda ha abusado de las reformas legales que inventaron el concepto de “violencia política en razón de género”, para tratar de recubrirse con el manto de la impunidad. Toda crítica a su administración, es un “ataque” contra su condición de mujer. Cualquier observación respecto de su conducta pública, se convierte en un motivo de queja, con la mira de que a sus críticos se les imponga la censura.

Lo curioso es que ella ha sido señalada como violentadora política en razón de género, y las instancias judiciales hasta determinaron que su nombre sea inscrito en el padrón correspondiente, algo que a ella le ha valido un soberano cacahuate, porque se ha negado a ofrecer disculpas a las mujeres a quienes ha ofendido y vilipendiado en cuanta tribuna pública ha tenido esa oportunidad.

El feminismo de Layda la ha llevado a utilizar a las  instancias de procuración e impartición de justicia para tomar venganza de mujeres que la ‘agredieron’. Por ejemplo, destituyó y encarceló a la expresidenta de la Junta Municipal de Felipe Carrillo Puerto, Municipio de Champotón, Griselda Puc Valverde, porque le impidió un día realizar una gira de supervisión de las obras del Tren Maya que se realizaban en esa zona. Literalmente, Sansores aniquiló a Griselda.

Hay otros ejemplos de agresiones, como la difamación a diputadas federales del PRI, a quienes acusó de haber llegado al cargo sólo por enviar fotos de sus cuerpos al dirigente nacional de su partido, Alito Moreno. Las autoridades fallaron a favor de las legisladoras, ordenaron a Layda que les ofrezca una disculpa pública, pero la señora Sansores no lo ha acatado.

Layda también violentó los derechos de las diputadas locales integrantes de la actual 64 Legislatura. Pese a que son mayoría (20, de 35), dispuso que las coordinara un diputado. A ese después lo defenestró, causándole la muerte, pero puso en su lugar a otro varón en el cargo.

La próxima Legislatura también tendrá mayoría femenina. Serán 18 de 35. Y también será una persona del sexo masculino quien presida el Congreso, porque el falso feminismo de la gobernadora no le alcanza para darles los espacios que por ley les corresponde. Sólo usa su feminismo para atacar y atacar…