Israelíes y palestinos se culparon
GAZA (Reuter).— Alrededor de 500 palestinos murieron ayer en una explosión en un hospital de la ciudad de Gaza de la que autoridades israelíes y palestinas se culparon mutuamente, lo que desató protestas en Cisjordania y en todo Oriente Medio.
Las autoridades sanitarias de la Franja de Gaza, gobernada por Hamas, dijeron que la explosión fue causada por un ataque aéreo israelí, mientras que el Ejército del Estado judío la atribuyó al lanzamiento fallido de un cohete por parte del grupo militante palestino Yihad Islámica.
El episodio ha sido el hecho más sangriento desde que Israel inició una implacable campaña de bombardeos contra Gaza en represalia por un devastador asalto de Hamas contra comunidades del sur de Israel el 7 de octubre, en el que murieron 1.300 personas.
La franja es un enclave de 45 kilómetros de longitud en el que viven 2,3 millones de personas.
PROTESTAN EN EMBAJADAS
Violentas protestas estallaron en varias embajadas del mundo árabe en medio de una oleada de ira tras un ataque aéreo contra un hospital de Gaza en el que murieron al menos 500 palestinos.
Las fuerzas de seguridad de Jordania dispersaron a decenas de manifestantes que intentaron asaltar la embajada israelí en Amán.
En Túnez, cerca de 2.000 personas manifestaron frente a la Embajada de Francia en la capital tunecina y pidieron la destitución de su embajador así como el de Estados Unidos por su apoyo a Israel.
En la capital iraní, Teherán, cientos de personas se congregaron frente a las embajadas de Francia y Reino Unido donde lanzaron huevos y gritaron “muerte” a los dos países europeos, mientras otros miles llegaron a la plaza de Palestina de la ciudad para expresar su ira.
Las manifestaciones más grandes tuvieron lugar en Estambul (Turquía), donde una multitud portando banderas y pancartas propalestinas se congregó la noche de este martes frente al consulado israelí y luego ingresó a las instalaciones tras vulnerar una barricada policial.
También se registraron incidentes en la embajada de Estados Unidos en Beirut (Líbano), cuyo acceso fue cortado por las fuerzas de seguridad libanesas.
Un portavoz del Ejército israelí aseguró: “La Yihad Islámica es responsable del lanzamiento fallido del cohete”.
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