Tribuna Campeche

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EXPEDIENTE | DE PIEL SENSIBLE LA LIDERESA PRIÍSTA

Pésimo inicio ha tenido en el desempeño de su imposición la presidenta del Comité Directivo Estatal del PRI, Ariana Rejón Lara. No sólo se ha peleado con valiosos cuadros de su partido, sino que se ha ganado el repudio de la militancia, porque sin ningún mérito político fue inscrita en la lista de candidatos a diputados federales plurinominales por la Tercera Circunscripción.

Esta semana, la impuesta lideresa de probeta —a quien ningún veterano priísta ha visto en labores de activismo en calles, plazas, pueblos o mítines—, presentó denuncia por violencia política de género contra la exdiputada local y exalcaldesa calkiniense Sonia Jaqueline Cuevas Kantún, quien le reclamó airadamente que no le permitiera inscribirse como aspirante a la candidatura a la diputación federal por el Primer Distrito Electoral, ya que esa posición se la habían reservado a Miguel Sulub Caamal, integrante de la cofradía de Rafael Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas.

En mensaje publicado en la cuenta oficial de ese partido, Rejón Lara dijo a Cuevas Kantún que “en el PRI la lealtad es fundamental, la lealtad al partido, a la militancia, pero sobre todo a uno mismo, la política de shows y de chantajes ya no tiene cabida en este partido, hoy su militancia merece respeto y congruencia”. Recáspita, recórcholis, zambomba, caracoles. A comerse este pibinal, mientras se cocina el otro.

Parece que la originaria de Sabancuy padece amnesia prematura, o que la memoria tampoco es una de sus cualidades, pues no puede hablar de “respeto a la militancia y congruencia”, cuando ella es una arribista. Llegó al partido a despojar de espacio de representación popular a los verdaderos militantes y auténticos luchadores sociales que no tienen padrinos o cercanísimos amigos de peso, para ayudarlos a escalar políticamente sin ensuciarse la ropa ni desgastarse los zapatos.

“Lealtad al partido… lealtad a la militancia…” Reprodujo Rejón Lara lo que le dictaron con cinismo que espanta y avergüenza, pues ella es producto del influyentismo, el amiguismo y el compadrazgo, una imposición de su amigo Pablo Angulo con el respaldo de Alejandro Moreno Cárdenas, quien, por cierto, es el peor ejemplo de lealtad al partido y la militancia. 

Rejón Cámara expuso también que presentó una queja en materia electoral por Violencia Política en Razón de Género y Calumnia por imputación de hechos falsos, “sobre la situación y las expresiones violentas que se emitieron en mi contra el pasado 7 de febrero”.

“A pesar de los avances normativos en nuestro sistema electoral, los cuales no son un regalo ni una concesión, sino que son producto de las luchas de muchas mujeres en el ámbito político y social, resulta lamentable el haber sido violentada por otra mujer que menoscabó, denigró y restó méritos a mi capacidad, a mi experiencia en el servicio público y a mi carrera partidista que hoy me han llevado a la dirigencia de nuestro partido en el Estado de Campeche, por mi propia condición de mujer, queriendo encasillarme en estereotipos de género con base en calumnias”.

Debería Arianita detallar su “carrera partidista”, porque en el PRI sólo la conocen como recomendada de Pablo Angulo, que ha permanecido en posiciones sin someterse al voto popular. No tiene cualidades en la oratoria, nunca ha sido gestora social ni participado en debates para poner en alto el nombre de su partido. Tampoco se le ha visto combativa y luchona como otras destacadas militantes del PRI.

Peor que eso resulta que además de ser lideresa fifí, que ni siquiera hizo campaña interna para ganarse la presidencia del partido, porque todo se lo dieron en la boca y mascadito, Arianita tenga la piel sensible y no acepte críticas, aunque éstas sean ciertas. Si Sonia Cuevas no mintió respecto a su “destacado currículum”, ¿por qué se siente violentada?

Con una lideresa que nunca sudó la camiseta, ¿cuál será el destino del Tricolor? Es evidente que la inexperta dirigenta Ariana Rejón trabaja para que la oposición no tenga cuadros representativos que disputen la elección a Morena. ¿Le habrán prometido una embajada por ponerle el último clavo al féretro del PRI campechano? No es dudable.

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