Por venta indiscriminada de enervantes en la ciudad, jóvenes son los que incurren en más hechos delictivos, principalmente robos a casas habitación y asaltos a transeúntes.
En la ciudad no hay programas de parte del Gobierno que ayuden a salir del problema de las drogas, y lo peor, es que el alcoholismo también se ha salido de control.
No sólo en los clandestinos se permite la entrada a menores, sino es recurrente en karaokes, e incluso en bares y cantinas.
Vicente Fernando Sánchez, Osmar Alberto Salgado y Gabriel Jesús Ramírez, vecinos de la colonia Unidad, Esfuerzo y Trabajo dos, expusieron que los vicios entre los jóvenes, es un problema grave que deja repercusiones en todos los aspectos.
Los jóvenes piensan que si se alejan de sus familias podrían tener mayor oportunidad para mejorar sus condiciones de vida, lo que resulta contraproducente.
La mayoría de los jóvenes que dejan sus familias caen en las drogas, son presas de grupos delictivos y eso propicia que aumente la inseguridad.
En esta ciudad, señalaron, a lo más que puede aspirar un joven es a trabajar en una tienda, pero no tiene oportunidad de desarrollar sus habilidades.
Un profesionista si quiere sobresalir tiene que ir a otro lugar.
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