EN DESACATO DE NUEVO. La única manera en que se puede entender —mas no comprender— la conducta insultante, prepotente, corrupta y delincuencial de Layda Sansores, que nuevamente violó y se cagó en la orden de un juez federal, es que tenga la protección de alguien igual de prepotente, corrupto y delincuente, que goce de mayor impunidad y pueda garantizarle tal protección, como el presidente López Obrador.
Y precisamente porque goza de esa impunidad y complicidad presidencial es que puede delinquir y cagarse en los jueces federales, además de presumirlo en todo el país a través de las redes sociales. Qué paradoja: Quienes prometieron un cambio y acabar con la corrupción, resultaron ser más corruptos y ladrones que los que se fueron.
Tanto López Obrador como Layda Sansores se han dedicado a echar culpas a sus antecesores de sus fracasos personales, porque no saben gobernar. Por eso siguen creciendo la inseguridad y la pobreza, el acceso a los servicios de salud empeora cada vez más ante la falta de personal médico y de medicamentos y los quebrantos financieros siguen saliendo a la luz, como los de Segalmex y el Insabi.
BUSCAN OCULTAR FRACASOS. La obediente y servil mandataria, Layda Sansores, hizo nuevamente el papel de perra mordelona del Presidente y en su “Martes del Jaguar” de esta semana denostó, insultó y desprestigió como pudo al exgobernador Alejandro Moreno Cárdenas, exhibiendo audios fabricados, editados y manipulados.
El cotidiano discurso de odio para difundir su “hallazgo”, no tiene otra finalidad que dividir a la sociedad y servir de cortina de humo para desviar la atención y ocultar el innegable y lamentable fracaso del presidente Andrés Manuel López Obrador en lo federal, como de Layda Sansores en lo estatal. Están cortados con la misma tijera de la infamia y la mentira.
Hablemos del Gobierno de Layda Sansores: no auxilia a los apicultores de Hopelchén, no entrega fertilizantes a los agricultores, niega apoyos a los pescadores, no atiende a los maestros, mantiene abandonadas las juntas municipales, persigue a los periodistas, avasalla a los transportistas, miente respecto al abasto de medicinas, no aumenta salarios a los policías… y sigue acumulando problemas. ¿Este fue su cambio? No tiene vergüenza.
AUTOGOL DE MIERDA. Por cierto que nuevamente se le desconectó la lengua del cerebro a la gobernadora, que arremetió en la mañanera contra críticos y medios de comunicación por publicar los negocios multimillonarios de los hijos del Presidente. “Se ensañan contra sus hijos, educados con valores y principios, creo que tenemos que decir cobardes, contra los hijos nada, contra nuestros hijos nadie”.
Olvidó la redonda y senil cabeza repintada de Layda Sansores que en septiembre de 2016 criticó a las hijas del entonces presidente Enrique Peña Nieto, tras un reportaje de The Guardian sobre el comportamiento grosero y prepotente de los hijos de la élite mexicana. Textualmente twiteó: “Que México se entere cómo viven los hijos de EPN con dinero del pueblo”.
Si como Layda dijo, los críticos de los hijos del Presidente son “hombres de mierda”, entonces ella es una mujer de mierda, vieja, pero mierda al fin. Y conste que lo dijo ella. Son sus palabras. Se metió otro tremendo autogol por andar de lengua larga. Qué cínica.
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