En las Tripas del Jaguar: 20 de Enero de 2023

DE TIA A GUACAMAYA. Bien dice el dicho: crea fama y échate a dormir. La reputación que antecede a la gobernadora Sansores es conocida en todo el país, y de ella se agarra la periodista Marcela Valles, de la Revista de Coahuila, para elaborar su artículo titulado “La guacamaya campechana: con la ley entre los pies”.

La descripción inicial es devastadora: “Una anciana de 77 años de edad, hija de Carlos Sansores Pérez, un cacique político priísta de mediados del siglo pasado y un echeverrista que ocupó la dirigencia nacional del PRI, dejando una herencia política oscura y llena de tramas de corrupción”.

Tras narrar su andar por todos los partidos políticos que le garantizaran su permanencia en las cámaras, Layda llega a la Álvaro Obregón donde fue una pésima alcaldesa, la peor evaluada entre las 16 que conforman la capital del país, con un 81.5% de rechazo. “Era una señora rica, prepotente y caprichosa… la hija mimada del viejo cacique”.

Nada de eso cambió cuando llegó a gobernar Campeche con esa prepotencia que la caracteriza, por lo que subió su porcentaje de rechazo popular en las encuestas, que la califican como la peor y más corrupta gobernadora del país.

LA TÍTERE PRESIDENCIAL. Marcela Valles asegura que Sansores habría pasado inadvertida en la política nacional si no fuera porque “AMLO le encontró una utilidad bastante perversa… Usarla para publicar información confidencial obtenida a través de los servicios de inteligencia del propio Estado, sobre los enemigos políticos del Gobierno de la 4T, pero también contra los amigos incómodos”.

Para ello montó su Martes del Jaguar, “una parodia de las mañaneras… donde comenzó a dar a conocer grabaciones privadas… Sansores se ha prestado al… quehacer de guacamaya del régimen… pero el juego se ha evidenciado… no resulta ningún secreto que el origen de tales grabaciones está en el uso indebido de los organismos oficiales de inteligencia”.

Aseguramos desde que iniciaron las revelaciones ilegales de conversaciones privadas que Layda Sansores era el brazo ejecutor del presidente López Obrador en este delito, con el que violan la ley sin que les finquen responsabilidades. La corrupción en su máxima expresión.

QUE HEREDÓ LO NEGRO. Valles cita una referencia para concluir, que lo corrupta lo traía Layda en la sangre. “En los años setenta, Jesús Reyes Heroles evidenció a El Negro Carlos Sansores Pérez como un personaje desleal, dado a las confabulaciones y el juego sucio de la política, así que la hija tuvo bastante de dónde abrevar”.

A ese desleal juego sucio hizo referencia el líder del Senado, Ricardo Monreal, al interponer dos recursos legales en contra de Sansores por publicar materiales privados. “Está cometiendo un delito… No le importa en lo más mínimo la ley… La cobija la sombra presidencial”.

Todo este circo ilegal que hemos presenciado en el Martes del Jaguar es la prueba más contundente de que el Gobierno de la 4T viola el Estado de Derecho. En lo que se refiere a la gobernadora Sansores, “es vergonzoso que una mujer se preste a estos juegos perversos… tampoco es digno y profesional”. Como cantaba José José:

Y es verdad soy un payaso,
pero, ¿qué le voy a hacer?
Uno no es lo que quiere,
sino lo que puede ser…