Mal y de malas en la captura de camarón rosado, pues no se cumplen las proyecciones para el cierre de temporada, y los hombres de mar registrarán pérdidas económicas al no lograr el kilaje esperado.
Así lo aseguró el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera y Acuícola, Francisco Elías Romellón Herrera, al informar que la captura de camarón rosado en la Sonda de Campeche ha ido a la baja en 60 por ciento, pues apenas se alcanzan los 150 kilogramos.
“A dos meses de abrirse la temporada, la captura del crustáceo no alcanza los volúmenes estimados, además de que los ‘nortes’ han impedido a los productores trabajar bien, pues las aguas se agitan y el camarón busca dónde resguardarse”.
“Hemos visto un decremento de hasta en 60 por ciento en la captura del camarón rosado, es decir, se están dejando de pescar 100 kilogramos por viaje. Al final de la temporada se prevé llegar, en el mejor de los casos, a la tonelada del crustáceo”, estimó.
Y lamentó que esto genera afectaciones económicas, pues enviar una embarcación a la mar cuesta alrededor de un millón 400 mil pesos, entre gastos por la compra de diésel, la alimentación de los pescadores para pasar 40 días, los salarios y el hielo para transportar el producto en las neveras.
Romellón Herrera reveló que únicamente 71 barcos de los 102 atracados en el muelle de Lerma, están en buenas condiciones para salir a pescar, mientras el resto no pudo ser rehabilitado previo a la temporada, ante la falta de recursos de los permisionarios.
“Uno de los factores que ha influido para que los hombres de mar no salgan a trabajar es el alto costo del diésel marino, ya que para salir a navegar una jornada de 40 días son necesarios cerca de 50 mil litros del combustible”.
Además, Romellón Herrera reprochó que hasta el momento no han recibido apoyos para comprar combustible o recursos en temporada de baja captura, prometidos por la hoy gobernadora Layda Elena Sansores San Román, y que el Gobierno Federal no les ha cumplido.
Por último, el líder de los camaroneros campechanos expresó que la baja captura eleva el precio de venta del crustáceo, y que “de nada sirve tener buen valor al público, si los insumos básicos como el hielo o el diésel marino se mantienen al alza, lo que brinda un panorama incierto para los hombres de mar”.
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