Tribuna Campeche

Diario Independiente

EN LAS TRIPAS DEL JAGUAR: 22 ABRIL 2024 

IRONÍAS DEL DESTINO. 

En la megamarcha del pasado sábado 13 de abril participó entusiasta el exgobernador José Antonio González Curi, quien le ganó la elección a Layda Sansores en 1997, y tuvo que lidiar entonces con la resistencia civil. ¿Qué pasaría por la mente de quien 27 años atrás veía las marchas desde el balcón del segundo piso de Palacio de Gobierno? 

Participar en la protesta lo debe haber llevado a la reflexión, pues es una ironía del destino que quienes 27 años atrás marcharon gritando consignas de “Viva Layda”, hoy que es gobernadora las hayan cambiado por “Fuera Layda”. Es irónico también que los policías reprimieron aquel 19 de octubre a quienes ahora marchan defendiéndolos. Las vueltas que da la vida…

27 años atrás Layda acusaba corrupción, hoy ella es la corrupta.

27 años atrás Layda denunciaba espionaje, hoy ella es la espía.

27 años atrás Layda delataba robos al erario, hoy ella es la ladrona.

27 años atrás Layda marchaba exigiendo un cambio, hoy los campechanos marchan exigiendo que la cambien.

No hay duda que la historia de nuestro Campeche es caprichosa, y falta ver en qué termina este nefasto Gobierno, que aún no llega a la mitad y ya tiene hartos a los campechanos.

FRÍVOLA Y MISÓGINA. 

El exgobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdez, dedicó su editorial de la semana pasada a “la gobernadora de Campeche, cargo que ostenta, pero no honra” Layda Sansores, pues “ha dado muestras que llegan a lo sublime” de su servilismo, y critica su insensibilidad a la protesta legítima de los policías. Reproducimos unas líneas.

“…su imagen y capacidad de gobernar quedaron minadas por la intolerancia ante la crítica y la poca empatía con los reclamos legítimos de una población que, de manera pacífica y ordenada, ha mostrado su solidaridad con las y los policías de la comunidad… queda consignada su frivolidad, soberbia, misoginia e ineptitud… La ofensa para Campeche es grande, a un pueblo de cultura y trabajo le cayó de pronto un Gobierno de chunga y matraca”.

Rubén Moreira criticó el Martes del Jaguar, porque “sirve para polarizar a la sociedad campechana y subir a la picota del escarnio a enemigos, amigos y mirones”. Hay que precisar que el programa sólo busca desviar la atención del fracaso que ha resultado el nefasto Gobierno de Layda Sansores: nula atracción de inversión, incapaz de crear empleos, estancada la economía y sumido en la inseguridad. Mierda, como todo lo que sale de su enorme boca.

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