El Congreso del Estado de Campeche, con mayoría de Morena, ha declarado a la LXV Legislatura como “LA LEGISLATURA DE LOS DERECHOS HUMANOS”, comprometiéndose a defender los derechos y libertades de los campechanos. Sin embargo, este anuncio puede recibirse con escepticismo, especialmente al recordar los antecedentes de la bancada morenista en el tema.
Durante la legislatura pasada, los morenistas también liderados por Antonio Jiménez, dieron la espalda a más de 1,000 policías que demandaban respeto a sus derechos humanos, y que actualmente más de 100 elementos han sido despedidos por manifestarse. Este historial contrasta con el lema recién adoptado, dejando en evidencia una desconexión entre el discurso político y las acciones concretas.
La nueva leyenda será incluida en toda la documentación oficial, pero ¿qué representa realmente? Mientras los morenistas presumen su compromiso, los hechos recientes reflejan lo contrario: sectores vulnerados por sus propias decisiones políticas.
La pregunta es inevitable: ¿Será esta una legislatura verdaderamente comprometida con los derechos humanos, o quedará como otra estrategia propagandística vacía? Los campechanos esperan respuestas y, sobre todo, acciones que honren este ambicioso título.
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