¿Bots de vacaciones?

En lugar de que se valoren los supuestos logros de la Ruca Gacha, en redes sociales le atizan todo tipo de señalamientos y reclamos, además de que  de mentirosa, corrupta y farsante no la bajan…

Ha llamado poderosamente la atención el “abandono” en que tienen a la Tía Rata sus defensores a sueldo en las redes sociales. Ya no comparten sus publicaciones oficiales, ni la defienden encarnizadamente en las páginas que difunden información independiente y que todos los días le publican sus verdades y críticas bien fundadas y ciertas, mencionó extrañado el poeta Casimiro a su grupo de amigos.

—“Qué bueno que lo mencionas, expresó don Memín, porque iba a comentar esa interesante reacción de los ciudadanos ante la información oficial que difunden sus “comunicólogos” —comunicolocos les digo yo—, pues las reacciones han sido adversas casi por unanimidad, y en lugar de que se valoren los supuestos logros de la Ruca Gacha, le atizan todo tipo de señalamientos y reclamos, además de que  de mentirosa, corrupta y farsante no la bajan”.

—“Coincido totalmente, expresó a su vez don Julián, y por ejemplo, su equipo de asesores quiso presumir una publicación que la ubica entre las 100 líderes en materia de desarrollo energético, y para ello pagó la gacetilla correspondiente en varias páginas digitales, y lo difundieron las que están usualmente a su servicio, pero las reacciones de los cibernautas fue abrumadoramente en contra de la anciana. Lo que más me llamó la atención, coincidió el viejo charlista, es que en esta ocasión no salieron los bots, trolls o cuentas falsas que siempre la defienden. Se quedaron callados. O se quedaron sin argumentos, o no les han pagado sus emolumentos”, especuló.

—“Lo que pasa, opinó por su parte doña Chela, es que conforme pasa el tiempo se hace menos defendible la ancianita. ¿A quién se le ocurre la idea de ubicarla como líder del sector energético, si no ha hecho nada en la materia? Todos los proyectos que hay en marcha se los dejaron listos los gobiernos anteriores y ella sólo le dio continuidad. Pero además, hay que precisar que la mayoría de los que menciona la publicación y que le adjudican a la viejita loca, son apenas proyectos. O sea, no han concretado ni han beneficiado más que a los que se llevaron los moches”.

—“Yo lo que supongo —añadió el poeta Casimiro— es que el sobrino loco que le administra las redes sociales a la Tía Rata, está molesto por algo. O no le han pagado sus abultadas facturas, o no le han cumplido algún capricho, o simplemente ya se cansó de defender lo indefendible, porque los defensores a sueldo de la senecta prácticamente han desaparecido, o se han encerrado en su cantaleta de que si la critican, es porque ella no da chayotes, cuando todos sabemos que sí paga para que la halaguen, pero nadie, absolutamente nadie se traga el cuento”.

—“Es parte del declive del poder —especuló don Julián— y en el caso de la Tía Rata, su Gobierno nunca se consolidó, por eso es que nadie del pueblo la respalda, ni la respeta, ni la defiende. Ha sido una decepción total y apabullante y eso es lo que se refleja en los comentarios en su contra”, aseguró.