La Comisión Federal de Electricidad (CFE) es totalmente responsable de los apagones durante esta ola de calor, pues si bien el ciudadano consume más energía, ellos tienen la obligación de dotar transformadores y cables de mayor capacidad para atender la demanda.
Acusó lo anterior Abraham Roberto Simón Díaz, integrante de la organización Resistencia Civil contra la CFE, en alusión a los comentarios de René Sánchez Heredia, quien afirmó que la población excede en la capacidad de consumo de energía y provoca fallas en el servicio.
De acuerdo con Simón Díaz, la autodenominada empresa de “clase mundial” carece de planeación para mejorar su servicio. “El problema es que cobra muy bien, pero no le gusta invertir en su infraestructura”, resumió.
De las constantes suspensiones o “cortes” de energía en diversas colonias de la Isla, donde estallan transformadores y se sobrecalientan líneas, puntualizó: “Esto no sucedería si la CFE tuviese un programa permanente de monitoreo de la demanda de consumo de energía de sus clientes”.
La CFE —agregó— no monitorea ni cambia transformadores que soporten la carga actual derivada de la ola de calor, pues ella tiene que estar un pie adelante de las necesidades de los usuarios.
“En esta temporada de calor donde un ventilador no es suficiente, la empresa productiva de Estado tiene que generar las condiciones para que los transformadores no tengan sobrecarga y cumplan su función las 24 horas”.
“Por zonas debe verificar la necesidad de consumo e ir adaptando transformadores. Es obvio que se recalientan y sobrecargan las líneas al no darse abasto, con lo cual vienen los apagones, y la CFE es la que está mal, no el ciudadano, que consume y paga. En estos casos, la empresa no demuestra capacidad”, sentenció.
Simón Díaz lamentó que la CFE no le invierta a las necesidades de sus clientes, de ahí la cantidad de problemas de la última semana, pero deben tener transformadores de mayor capacidad, pues su obligación es identificar el consumo y eficientar su servicio.
La CFE tiene que invertir, estar un paso adelante para que el ciudadano no pague las consecuencias de su falta de visión. Si hay mucho calor o frío, los transformadores deben tener capacidad para suministrar energía suficiente, es decir, estar sobrados ante la demanda para que cuando haya estas condiciones no vivamos apagones infernales, concluyó.
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