Durante la Jornada de Educación Financiera organizada por Bancampeche, la directora general del Cecytec en Campeche, Margarita “Magüi” Duarte Quijano, desató la polémica al culpar a los padres de familia por la falta de cultura de ahorro entre los jóvenes. En sus declaraciones, afirmó que muchos padres “están llegando a su quincena y están comprando su caguama” en lugar de fomentar el ahorro para el futuro de sus hijos.
Duarte afirmó que, si no cambian las leyes, “ustedes tendrán que trabajar todos los días de su vida para mantenerse”, advirtiendo que ya no hay jubilaciones para quienes ingresaron al mercado laboral después de 1997. Este mensaje pesimista deja claro que las generaciones más jóvenes se ven condenadas a una vida de esfuerzo constante y sin esperanzas de una jubilación digna.
Además, al responsabilizar a los padres por sus decisiones de gasto, la directora ignora la dura realidad que muchas familias enfrentan. No es solo una cuestión de ahorro, sino de sobrevivencia en un entorno económico que limita las oportunidades de desarrollo y estabilidad. Esta crítica desmedida no solo desmotiva a los jóvenes, sino que también desvía la atención de la necesidad urgente de políticas que realmente protejan su futuro.
La falta de empatía y comprensión por parte de las autoridades educativas es alarmante. En lugar de ofrecer apoyo y soluciones para empoderar a los estudiantes y sus familias, Duarte opta por un discurso que perpetúa la desesperanza. El verdadero problema radica en la inacción de quienes tienen el poder de cambiar las condiciones laborales y económicas, no en las decisiones cotidianas de las familias que luchan por salir adelante.
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