POLICÍA DETRÁS DE ROBOS. Algo pasa en la colonia Fovissste Belén de la ciudad capital, que a cada rato roban y asaltan sin que la autoridad, léase la guanajuatense Marcela Muñoz Martínez, pueda ponerle alto. ¿Será cómplice de las bandas criminales? Al parecer buscan que la Secretaría de Educación ponga vigilantes en todos lados que garanticen la seguridad, pero entonces ¿para qué sirve la policía?
La misma queja tienen los ciudadanos de Escárcega, donde la delincuencia crece con la complacencia de la secretaria de Seguridad Pública. Además de todas las ejecuciones y balaceras que se han registrado, el robo de vehículos, camionetas, motos y hasta mototaxis están a la orden del día, lo que lleva de nuevo a la pregunta, ¿será cómplice de las bandas criminales?
Dicen que es personal de la policía el que se dedica a robar y desmantelar automóviles, para vender las partes en deshuesaderos. Que los nombres de los involucrados tienen muy, pero muy alto rango, y que la principal cabeza es un exsecretario de Seguridad que colabora y reparte ganancias con Muñoz Martínez. ¿Hasta cuándo van a seguir abusando de la ciudadanía estos sinvergüenzas?
EL AGENTE HUE-BOND. Sólo faltaría que por la declaración anterior nos mande un citatorio Renato Sales, con el argumento de que tenemos “información privilegiada”. Pero le recordamos que los periodistas no revelamos nuestras fuentes, que es él quien se tiene que poner a investigar, junto con su brillante equipo de vicefiscales, para hallar a los involucrados en esa red criminal detrás del robo de vehículos.
Por cierto que crece la inconformidad en la Fiscalía, porque hay personal que sí tiene que trabajar todo el día, mientras que uno conocido como “el agente OOO, Bond, Hue-Bond, con licencia para matar el tiempo”, de apellidos Bravo Muñoz, además de gozar de vehículo oficial con chofer y guaruras, a las dos de la tarde se va a jugar pádel a un club privado y no regresa el resto del día.
No sólo no trabaja, sino que le pagan salario completo “por órdenes de la patrona”. ¿Lo habrá ordenado la patrona que prometió y juró acabar con la corrupción?, ¿o la patrona de la red criminal de policías robacoches?, ¿o la patrona humanitaria que se roba los pesos y luego reparte centavos? Con tanta patrona corrupta uno se confunde.
OTRA MENTIRA DE LÓPEZ. El escándalo que creó el Presidente al cancelar los fideicomisos al Poder Judicial no tiene más finalidad que meterlo a la campaña electoral. Él sabe que lo que hizo es ilegal, inconstitucional, y que se lo va a echar atrás la Suprema Corte. Pero eso será más adelante, y desde ahora ya es tema en su mañanera, desde donde busca influir en la campaña presidencial.
Si los fideicomisos fueran malos, no hubiera autorizado el Congreso morenista la creación de dos nuevos fideicomisos para el Ejército la semana pasada. Es una gran mentira, con fines políticos. Se trata, como dijimos arriba, de meterse a la desabrida, insulsa y sosa campaña de Sheinbaum, que ni pinta ni da color, que se cae con el eslogan de “Claudia se escribe con C de corrupción”.
Y desesperado López Obrador trata de levantar el interés de ese pueblo noble, sabio y decepcionado al que le dio becas de tres pesos pero le quitó la seguridad social, los medicamentos, la atención médica, los tratamientos de cáncer, las estancias infantiles, las jubilaciones, el trabajo y el futuro. Si en algo podemos contribuir al eslogan anterior, es con que la principal patrocinadora de Claudia es Layda, que se escribe con L de Ladrona.
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