La renovación de la dirigencia estatal del PAN, podría marcar una nueva etapa en la relación de ese partido con el poder, el cual ha sido hasta ahora, de sumisión y entreguismo…
El triunfo de Nelly del Carmen Márquez Zapata en la elección interna para la renovación de la dirigencia estatal panista, podría marcar un nuevo rumbo en el papel que ese instituto político había venido desempeñando de tres años a la fecha.
Con Pedro Cámara Castillo primero, y con Rosario Cruz Hernández después, el panismo campechano se había excedido en su actitud colaboracionista para con el Gobierno de la nefasta, perversa y represora Layda Elena Sansores San Román.
Desde el Congreso del Estado, Pedro Cámara y Cruz Hernández le han aprobado todo al perverso Gobierno sansorista. Despojados de una actitud crítica, entregaron incluso la tribuna de la Cámara de Diputados, y se olvidaron de la denuncia pública por todos los abusos, las tropelías y las corruptelas de la fallida 4T campechana.
Es muy posible que esa actitud se mantenga en el Congreso del Estado, pues los diputados Rosario Cruz y Joshue Rodríguez Golib ya pactaron su entreguismo y demostraron estar al servicio de Layda Elena Sansores, y del partido Morena. Si van a ser sancionados, amonestados e incluso relevados, nada puede anticiparse, pero tampoco es algo que deba descartarse.
Por lo pronto, la nueva dirigencia estatal que encabezará Nelly Márquez Zapata ya se desmarcó totalmente del Gobierno nefasto y perverso de Sansores San Román acusándolo de haber metido las manos mediante la “compra” de varios delegados para que voten a favor de la otra planilla, la que encabezó la exalcaldesa de Tenabo, Karla Uc Tuz.
“En mi pasar por la política no había yo visto tan fuerte la operación del Gobierno del Estado”, afirmó Márquez Zapata, y sin tapujos acusó que varios de los delegados recibieron dinero gubernamental para apoyar a la planilla que el sansorismo quería que ganara.
Es prematuro anticipar si los operadores gobiernistas tuvieron otro rotundo fracaso, pues aún no ha asumido el cargo Márquez Zapata y se desconoce si esa ruptura inicial se va mantener, o puede sucumbir a los ‘cañonazos’ que, seguramente, tendrán varios ceros de más.
Aquí lo importante es evidenciar una vez más, la corrupción del Gobierno sansorista, que desvía recursos públicos para controlar desde dentro a un partido supuestamente opositor. Es de esperarse que Márquez Zapata tome medidas legales ante ese abuso, y que en lo interno, extirpe a esos malos elementos que se han prestado a las ambiciones del nefasto Gobierno de Sansores San Román.
Campeche necesita una oposición fortalecida que no tema a las alianzas, ni a un frente común a fin de derrocar a este régimen que no solamente ha sido fallido, sino que es el más corrupto, nefasto, represor y mentiroso de que se tenga memoria. Esperemos pues, que Nelly mantenga su postura.
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