Tribuna Campeche

Diario Independiente

Hay adoctrinamiento sin bases científicas en los libros de texto

La comunidad evangélica lamentó que los nuevos libros de texto no sean conforme al conocimiento científico, sino de acuerdo con ideas modernas y extravagancias.

Las iglesias evangélicas se unirán este sábado a la marcha en contra de los libros de texto gratuitos, adelantó el presidente de la Comunidad Evangélica de Campeche, Alfonso Durán Moo, y sostuvo que estos materiales tienen el objetivo de destruir la naturaleza del ser humano a la visión de los alumnos menores de edad.

En conferencia de prensa señaló que las autoridades educativas pretenden enseñar en las mentes infantiles que el género de las personas es meramente una construcción social, y resaltó que como hombres y mujeres de fe, reconocen que en el principio de la creación, hombre y mujer fueron creados, como dicen las Escrituras.

Señaló que están a favor de la perspectiva de género como herramienta conceptual para mostrar que las diferencias entre hombres y mujeres se  dan no sólo por determinación biológica, sino también por las diferencias culturales asignadas por los seres humanos, y otra muy distinta decir y adoctrinar a las niñas y los niños que el género es simplemente una construcción social, sin determinación alguna por la biología y la fisiología.

“Exigimos que la  educación pública sea conforme al conocimiento científico y no a ideas modernas y extravagantes que carecen de base científica alguna. Las Iglesias evangélicas estamos a favor de la perspectiva de género, que en los libros de texto gratuitos pretenden incorporar de manera transversal, pero una cosa es entendida  como herramienta conceptual y otra para adoctrinar”, indicó.

Demandaron el respeto al principio de que la educación es una corresponsabilidad de todos, no sólo del Gobierno, y menos en  forma de imposición, ya que la educación comienza como un derecho y una responsabilidad de padres y madres de familia, pero en su avance involucra a la sociedad entera.

La Nueva Escuela Mexicana, que busca poner en primer lugar la ideología y en último a las personas, no involucró a nadie, no avisó ni convocó al diálogo, a la discusión, a las propuestas, al  intercambio de ideas y de visiones del mundo.

Por el contrario, todo el proceso de construcción y elaboración de los libros se dio en el marco de la opacidad, del secretismo, de la falta de transparencia y, por tanto, de la falta de participación de la sociedad en su conjunto, puntualizó.

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