Tribuna Campeche

Diario Independiente

Gobernadora mapacha

Que nadie dude que a partir de hoy, junto con sus principales asesores, Layda Sansores vaya a refugiarse en sus cuartos de guerra para coordinar todos los operativos del fraude electoral…

Este miércoles concluye el periodo de campañas, y a partir del primer minuto del jueves ya nadie podrá salir a las calles o a los medios de comunicación a pedir el voto ciudadano a favor de alguno de los partidos políticos o candidatos. Iniciará el llamado “silencio electoral”, que se mantendrá incluso durante la jornada de votaciones del domingo 2 de junio.

Y aunque lo lógico es que todos creamos que este es el lapso más tranquilo y pacífico de los últimos seis u ocho meses, la verdad es que no es así. Por el contrario.

A partir de la medianoche de este miércoles y el primer minuto del jueves, los mapaches electorales se reproducirán como cucarachas, pulgas o piojos. Como conejos. No dejarán de multiplicarse.

Los encabeza ciertamente, la senecta de Palacio, junto con su sobrino Seso Loco y su hermanita. Son los cabecillas de todos los operativos que se van a implementar desde ese día, (y seguramente que desde muchísimo antes) y que concluirán con el cómputo de votos a partir de las seis de la tarde del domingo.

Habrá de todo: desde compra de credenciales, reparto de despensas, acarreo de votantes, usurpación de personas (los que votan con la credencial de otro),  grupos de choque, campañas del miedo (o del terror), operación carrusel (votar en más de una silla), brigadas de la cochinita (los que reparten tacos y tortas de cochinita en los centros de votación), los rateros de urnas, los falsificadores de firmas, los usurpadores de funcionarios de casilla, etcétera, etcétera…

Todo aquello que la señora Sansores criticó, fustigó, condenó o repudió cuando era de la oposición, ahora forma parte de su manual de operaciones para ganar las elecciones, con algunas tachaduras y uno que otro agregado para perfeccionar el fraude.

No olvidemos que ella misma ha desviado recursos públicos (por ejemplo, con el baile de los Ángeles Azules), a favor de su candidata preferida, y salió junto con su corrupta hermanita Laura el pasado 9 de mayo, a repartir flores, despensas y dinero en las colonias populares, para incentivar el voto a favor de los candidatos morenistas.

Layda lleva en la sangre fuertes dosis de ADN mapacheril heredadas de su corrupto papá, y que nadie dude que a partir de hoy, junto con sus principales asesores, vayan a refugiarse en sus cuartos de guerra para coordinar todos los operativos para ganar este proceso, con el dinero como principal combustible para alimentar las urnas con votos guindas.

Si usted amable lector (a), se encuentra con uno de estos especímenes —mapachis defraudadoris—, agarre el dinero, despensa o regalo, pero denúncielo de inmediato y después póngase a buen resguardo…

¡Comparte esta nota!