Sandra Martha Laffón Leal, rectora de la Unacar, reveló que tiene disponible un recurso extraordinario de 10 millones de pesos pero sólo para ayudar a quienes esperan jubilarse, aunque el monto es insuficiente para atender a todos los trabajadores que concluyeron su ciclo laboral.
Agregó que este apoyo, que se presenta como una solución a los problemas de jubilaciones, no sólo es limitado, sino también ignora la situación crítica de los jubilados que aún no reciben pagos pendientes. Mientras que algunos podrán acceder a este recurso, muchos siguen en la incertidumbre, sin respuestas sobre cuándo se les pagará lo que legítimamente les corresponde.
Laffón Leal también mencionó que el pago de aguinaldos dependerá de un recurso que está solicitando al Gobierno, dejando entrever que la prioridad sigue siendo cubrir compromisos inmediatos en lugar de atender las necesidades básicas de quienes dedicaron su vida laboral a la Universidad.
La falta de un plan sólido y suficiente para garantizar un ingreso digno a los jubilados, refleja la desatención y el abandono por parte de las autoridades. Además, el hecho de que se requiera una evaluación individual para determinar quién puede ser beneficiado con el limitado apoyo, crea una sensación de desigualdad y frustración entre los trabajadores.
La situación es alarmante, y la expectativa de apoyo gubernamental se convierte en un mero eslogan, mientras las promesas de un futuro mejor para los jubilados siguen siendo una utopía.
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