Gobierno de excusado

La administración de la Tía Rata se la ha pasado tres años dando explicaciones, justificaciones y excusas sobre la falta de resultados, en lugar de ponerse a trabajar…

Sentado en una de las bancas del Parque Principal, mientras don Memín le lustra afanosamente los botines cafés, con los que acude a la misa dominical del mediodía en la Catedral acompañado de su esposa, don Memín reflexiona acerca de la terquedad del Gobierno de la Tía Rata para asegurar que aquí no pasa nada, que hay seguridad, empleos, desarrollo y que somos casi casi, una sucursal del paraíso.

—“No hay loco que coma fuego —le comenta don Memín, con su tradicional socarronería— ni político que reconozca que es un corrupto, pillo, sinvergüenza y mentiroso. Por ello ningún gobernante rinde informes sobre lo que falta por hacer, sino de lo poco que ha hecho, o de lo que piensa que puede hacer en el futuro. No te olvides de las maquetas felices de Ratalito, todo quedó en promesas”.

—“No podemos negar nada de eso —respondió el senecto charlista— lo que yo siempre he dicho es que los políticos se creen esos mundos fantasiosos que les construyen sus asesores y lambiscones, y por eso no ponen más interés en atender de verdad los problemas que existen. Vean el caso de las carreteras. La Tía Rata ha llegado a acusar a los Gobiernos pasados, de la falta de mantenimiento, pero olvida que ella lleva tres años en el cargo y nada ha avanzado, o que su idolatrado gurú tabasqueño estuvo seis años en el poder dejando en el más completo abandono a las carreteras federales”.

—“Hay algo en lo que sí son buenos estos gobiernos guindas —intervino doña Chela— en echarle la culpa de sus fracasos a los “gobiernos del pasado”, y en la sarta de explicaciones, justificaciones y excusas que siempre tienen a la mano, para que la gente entienda porqué no se ha avanzado en nada. Por eso les llamo “gobiernos de excusado”, porque se la pasan dando pretextos en lugar de resultados”, argumentó.

El poeta Casimiro no se quiso quedar atrás y lanzó también su perorata. “Es muy certera tu definición, pero no solo por lo que dices, sino también por toda la cagazón que hacen todos los días, por la podredumbre y corrupción en que incurren y porque toda la administración de la Ruca Gacha hiede a fracaso rotundo. Por eso es un Gobierno de excusados, porque todo apesta” filosofó.

—“Lo que me da gusto, complementó don Julián, es la visión crítica que al respecto ha asumido la ciudadanía. Ya no se dejen engañar, o como decimos en el barrio, ya no los llevan fácilmente al baile. Solo que a lo mejor no les agrade lo que les voy a decir, pero nos estamos quedando cortos. No se trata solamente de hablar, de criticar, de reclamar en las redes sociales. Hay que pasar a la acción con protestas, plantones, marchas, toma de edificios y sobre todo, votando en contra de ese partido mentiroso y corrupto que nos gobierna. Si solo nos quedamos en el puro bla-bla-bla no vamos a ser agentes de cambio y seguiremos padeciendo esta misma corrupción e ineficiencia” concluyó.