Tribuna Campeche

Diario Independiente

A fuego lento: AMLO y Layda, traidores

Enrique Pastor Cruz Carranza

Sin más fundamento que la venganza visceral y el odio genético contra la ínsula divina, Layda Sansores busca destruir nuestra Universidad Autónoma del Carmen (Unacar) que su padre Carlos “El Negro” Sansores no pudo realizar y con ello sepultar también las líneas de investigación del megafraude “Habilidades digitales para todos”, con la cual pretendieron ganarle la elección a Peña Nieto usando recursos públicos del consabido rey del cash, que denuncié y documenté en publicación nacional de “Voces del periodista” sin ninguna irregularidad castigada a la fecha.


Los eslabones de desprecio parecen no tener final, cuando por medio de oficios-chantaje que denuncié en el programa Contrapunto, la gula de poder y riqueza obligara al no menos impresentable Romero Oropeza a depojar del Congreso Mexicano del Petróleo para que se trasladara del Carmen a la capital campechana, pues como siempre ha sido una realidad sin tapujos, toda posible derrama al respecto tiene que ser negocio de la insaciable ambición de la gobernadora Layda y su pandilla delincuencial.


La incapacidad de realizar el multimillonario congreso petrolero los está rebasando en logística hotelera, banquetea donde ni la familia restaurantera de la diputada aspirante a alcalde a campechana podrá acaparar el botín, ni las mínimas instalaciones adecuadas (hoy se ha construido un dantesco toldo-chiquero que agravia el sentido común) aseguran será la envida de Dubai, pero la solución genial y, con ello, la mezquindad de ver a Mauricio Vila, gobernador de quien Laydita describió como los pinches yucatecos será otra canasta para poner los huevos de víbora sucesoria el “plan d”, para romper la unidad de la oposición y seguir con el proyecto de dictadura comunista.


Se estarían enviado a los congresistas a Mérida, Yucatán para hospedaje, alimentación y traslados, pues lo importante es seguir llenando el cerdo para la campaña de la corcholata oficial, sin importar las facturas apócrifas que se requieran (pues para eso está la Plaza de Santo Domingo y la genialidad de América y el sobrino Seso), a quien sin recato ya dijo el mesías, su “encuesta dedito” será definitiva a favor de Claudita, aunque desde su trinchera Adán Augusto puja por revertir el capirucho y Marcelo Ebrard es recriminado sin rubores.


No puedo más que sentir pena recordar, fue en Carmen donde la mayoría de los votos legítimos favorecieron a la gobernadora, mientras Campeche y la región norte no la despreció.


Lamentar que nunca Carmen había tenido dos senadoras: Rocío Abreu Artiñano, presidenta de la Comisión de Energía, y Cecilia Sánchez, integrante de importantes comisiones en la materia, y a la diputada federal, doctora María Sierra Damián, y no escuchamos nunca un argumento para evitar este despojo de AMLO, Romero Oropeza y Sansores.


Ni que decir del patético Consejo Coordinador Empresarial del Carmen, totalmente castrado y mudo de pánico ante la traición y desfachatez de Layda Sansores, Octavio Romero y su ratificado firme desprecio de Andrés Manuel López Obrador.


¿Hasta cuándo dejaremos de ser mediocres, miedosos, ladinos y pusilánimes ante los traidores que juegan con nuestros derechos sin recato?


Ya destruyeron nuestra industria pesquera camaronera, nuestro entorno ecológico con saqueo de arena, tala de mangles, panteón contaminante de barcos, zona libre de huachicol y lucha entre capos por dominar la plaza, destruyendo nuestra Unacar, carreteras que son un peligro de muerte y garantía de rapiñas, se abandona deliberadamente nuestro puerto petrolero Apicarmen para favorecer Seybaplaya y quebrar toda actividad productiva en nuestra Isla.


Nos mandan payasos, entenados no reconocidos en su paternidad con aspiración de seguir saqueando presupuestos a base de circo, pachangas, tortas, borracheras y alardes de bufonería.


¿Es realmente una maldición interminable que los carmelitas y todos los campechanos merecemos estar en el subdesarrollo, mientras nos siguen saqueando por falta de la mínima unidad frente a ridículas botargas y grotescos demagogos?


El congreso petrolero dejará ganancias multimillonarias como las descaradas “remodelaciones” de la Plaza de la República y el parque principal, que y ahora se presume nadando en autoelogios de pestilente inmoralidad, sin precedentes de las garrapatas rapaces del abominable jaguar con hidrocefalia.
No son iguales: ¡Son todo degradación!

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