Tribuna Campeche

Diario Independiente

Premian la sumisión

No contento con haber convertido a la actual LXIV Legislatura en la más nefasta de toda la historia en Campeche, el diputado Antonio Jiménez fue ratificado como líder parlamentario tres años más…

Carlos “Chapito” Ucán Yam publicitó en sus redes sociales sus reuniones “privadas” con el obispo Francisco González, empresarios,  agrupaciones, e incluso organizó una comida en su pueblo, Pomuch, con los diputados electos de su partido, Morena, pero al final se impuso la sumisión, el rastrerismo y el servilismo, por lo que la senecta gobernadora Layda Sansores ratificó como coordinador del grupo parlamentario de su partido al diputado José Antonio Jiménez Gutiérrez.

Eso no significa que Chapito Ucán haya quedado del todo conforme o que vaya a dejar de aspirar a convertirse en el “pastor” de los diputados guindas, pues en su megalomaniática personalidad, el pomuchense se siente elegido por los dioses para trascender en el ámbito de la vida pública estatal. Así que debe cuidarse Toñito.

El que está más que satisfecho es Antonio Jiménez, quien no contento con haber convertido a la actual LXIV Legislatura en la más nefasta de toda la historia en Campeche, en la más negra, en la de mayores retrocesos en materia de pluralidad, apertura y atención a los reclamos de la gente, sin obviar que es también la más corrupta por ese manejo irregular de su millonario presupuesto, va perpetuar ese pésimo historial tres años más.

Más satisfecho aún que Antonio Jiménez está Seso Loco, el sobrino consentido de la senil gobernadora, quien presume de ser el que controla a distancia todo lo que ocurre en el Poder Legislativo.

Y mucho más contenta está la autoritaria, soberbia e inhumana gobernadora Layda Sansores, quien sabe que tendrá por tres años más al Poder Legislativo bajo su absoluto control, lo que le permitirá transitar los tres años siguientes de su Administración sin complicaciones ni amenazas de auditorías, revocaciones de mandato o aprobación de leyes que puedan causarle alguna afectación.

Traicionó otra vez la senecta mandataria sus ‘convicciones’ por la equidad de género, pues si bien hacen mayoría las mujeres en relación con los hombres que integrarán la bancada morenista en la próxima Legislatura en proporción de 9 a 7, y a pesar de eso mantuvo el control del patriarcado en el Congreso, contrario a lo que pregona en cuanto a cederles más espacios a ellas. Una prueba más de que es farsante.

Mal mensaje para los campechanos que esperaban un Poder Legislativo en pleno ejercicio de sus funciones, con la autoridad suficiente para fungir como contrapeso y con la libertad para legislar en lo que realmente el pueblo demanda y necesita, es decir, para cumplir con ese apotegma latino que se lee en la puerta de entrada al recinto de sesiones: “Vox populi, Vox Dei”: La voz del pueblo es la voz de Dios, algo que la farsante 4T campechana convirtió en “La voz de los diputados, es la voz de Layda y de Seso Loco…”.

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