En las tripas del jaguar: 30 de Enero de 2023

LASTRE POLÍTICO. Bajo Reserva, publicada por El Universal el miércoles, arranca con el comentario “Al descubierto espionaje y campañas sucias de Layda”, el cual no tiene desperdicio alguno:
“…la gobernadora morenista de Campeche, Layda Sansores, dice a todo aquel que le escucha que será la coordinadora de la campaña presidencial de Claudia Sheinbaum… valdría la pena preguntar si doña Layda suma o resta a una eventual campaña de doña Claudia. Primero, los índices de inseguridad en el Estado están al alza. Pero, además, existen señalamientos contra su secretario particular, Axel Rubio, de pagar millonarias cifras a algunos medios para armar campañas sucias en contra de opositores, alcaldes y periodistas… otro lastre es que siguen apareciendo datos sobre presuntos desfalcos que dejó como exalcaldesa de Álvaro Obregón en la Ciudad de México. Todo esto, más la reciente información de que su sobrino, Gerardo Sanchez Sansores, opera un centro de espionaje ilegal para hacer avanzar la agenda de su tía, podrían hacerla un personaje poco saludable para una campaña”.
Habrá que añadir que para tener mayor posibilidad de lograr la candidatura presidencial, Claudia Sheinbaum tendrá que sacudirse a la gobernadora campechana por los problemas y pleitos que arrastra y no deja de acumular. Es un verdadero lastre político.

CONDOLENCIAS HUECAS. A lo mejor por un cargo de conciencia, la gobernadora subió a sus redes sociales este mensaje el pasado miércoles: “Lamento profundamente el fallecimiento de nuestra entrañable hermana Zoila Silva Sosa, gran activista de la resistencia, siempre solidaria y comprometida con la lucha por la democracia. Mis condolencias para su querida familia”.
Sansores, enterada al menos desde hace dos años del padecimiento de su “entrañable hermana”, que luchó “solidaria y comprometida” con ella desde la resistencia, jamás la visitó, ni le mandó medicamentos, apoyos, menos aún una silla de ruedas. No llegó su corona a la velación, ni siquiera asistió al funeral. ¡Vaya manera de ser agradecida!
Y es que una vez que se encaramó al cuarto piso, tampoco apoyó a los hijos o sobrinos de “su querida familia”. Por el contrario, ha marginado y jodido a muchos que la apoyaron en sus varias campañas para llegar a donde está. Ayer los necesitaba, hoy le estorban. ¿Y mañana? En el pecado llevará la penitencia.

QUE LE ABURRE LA MAÑANERA. Así se escuchó claramente expresarse a la gobernadora Sansores el pasado martes, al inicio de su show cómico-político-musical-literario familiar. Corrían apenas 15 minutos del programa cuando el vocero lamebotas oficial, Juan Manuel Herrera Real, excitado ponderó que la semana inició bien por la participación de la mandataria en la mañanera.
Herrera mandó reproducir el video, cambió la imagen, pero no se percata de que los micrófonos continúan encendidos y Sansores pide que no lo pasen completo porque dura más de cinco minutos y dice “¡qué aburrido!”.
Imagínese, si la gobernadora Sansores piensa que la mañanera de López Obrador es aburrida, y lo externa abiertamente a los que la acompañan en su programa, ¿con qué calidad moral lo abraza cuando viene y presume ser su amiga? Enorme quemón, justo cuando Proceso exhibe chats que muestran el cobre de la mandataria. Con amigos así, ¿para qué quieres enemigos?