Gobierno destructor

Ya no hay ningún funcionario de primer nivel que no perciba menos de 100 mil pesos al mes. O sea, pueblo pobre y Gobierno rico, justo lo que decían combatir los ideólogos de la 4T…

Con total impunidad, amparados en una ley que se sacaron de la manga y que llaman ostentosamente “Ley de Obra de Interés Público Estatal”, que les faculta a incumplir con los requisitos estatales y municipales, como los de no impacto ambiental y afectación a la traza urbana, los esbirros de la Tía Rata están destruyendo día a día nuestra ciudad capital, ocasionando afectaciones a la circulación vehicular y generando condiciones para que en época de lluvias, varias colonias y fraccionamientos se vayan  a pique.

—“Es alarmante, espantoso ver cómo cada día que amanece, descubrimos un nuevo sector de la ciudad que cae víctima de la maquinaria pesada que supuestamente labora para el Tren Ligero —expresó don Julián visiblemente consternado—. Ya acabaron con el malecón, con las glorietas, con las palmeras, con parques y calles, y no tienen para cuándo terminar. Lo peor es que no informan a la autoridad, y mucho menos a la ciudadanía qué tipo de afectaciones van a provocar”, lamentó.

—“Lo peor es que cada día destruyen algo, incluso han dejado por varios días a numerosas colonias, barrios y fraccionamientos sin el vital líquido, ya que llegan perforan y hacen excavaciones sobre las tuberías de agua potable, lo que en numerosas ocasiones ha provocado fugas gigantescas. Ni con quién quejarse de esta situación”, repudió doña Chela.

—“Qué lástima —intervino el poeta Casimiro— que ningún diputado impugnó ese bodrio de ley de obra de interés público estatal, porque es una amenaza latente sobre nuestras cabezas. Si un día se les ocurre construir un parque y para ello les gusta el patio de tu casa, pues ya te jodiste. Si quieren hacer un camino en medio de una unidad habitacional, pues que se jodan los dueños de las casas por donde vaya a pasar esa arteria, porque serán desalojados por el “interés público estatal”. Una prueba más de la tiranía en que ya estamos viviendo”, alertó.

Don Memín recordó que este tipo de abusos, de arbitrariedades y de excesos, es el que ha motivado la sublevación de las masas, es el motor de las revoluciones. “Véanlos con sus elevados sueldos disfrutando de la vida y sus lujos. Ya no hay ningún funcionario estatal, magistrado, diputado, consejero electoral o comisionado de primer nivel que no perciba menos de 100 mil pesos al mes. O sea, pueblo pobre y Gobierno rico, justo lo que decían combatir los ideólogos de la 4T”.

—“A estas alturas —coincidió don Julián— ya nos quedó muy claro que la llegada de esa ideología guinda y cuatrotera a nuestra tierra y al resto del país, es lo peor que nos podía pasar. Cuánta razón tenían aquellos que nos alertaron sobre los riesgos de votar por ellos. Pero sonsos, no les hicimos caso, y ahora tenemos que sufrir las consecuencias mientras que ellos, los nuevos ricos, se siguen dando la gran vida”, condenó.