Nueva York bajo el agua

Declara estado de emergencia debido a lluvias torrenciales y “potencialmente mortales”

NUEVA YORK, (Agencias).- Lluvias de una intensidad inusual inundaron este viernes sótanos, calles y numerosas estaciones del Metro de Nueva York, así como las instalaciones de un centenar de colegios.
Los responsables de los centros recomendaron que los estudiantes siguieran en el interior, dado que afuera el riesgo era aún mayor por la caída de árboles sobre las aceras y la calzada, según varios medios locales.
La intensidad de las precipitaciones, que ha provocado la declaración del estado de emergencia en la ciudad, Long Island y el Valle de Hudson, ha sido calificada de “amenazante” -es decir, “potencialmente mortal”- para la integridad de las personas.
La Gran Manzana se encontraba este mediodía casi colapsada, al anegarse parte del trazado del Metro, la principal arteria de la ciudad. La alerta alcanza a más de 8.5 millones de personas, la población estimada del conurbado, así como a los Estados vecinos, sobre todo Nueva Jersey.
Tras la declaración del estado de emergencia por la gobernadora de Nueva York, la demócrata Kathy Hochul, sus plazos se han ido dilatando conforme pasaban las horas.
Las alertas enviadas por las autoridades a la red de telefonía móvil se fueron ampliando progresivamente, puesto que se esperaba que las lluvias torrenciales continuaran a lo largo del día, como mínimo hasta las primeras horas del sábado.
Según el anuncio de la gobernadora, “todas las agencias estatales proporcionarán los recursos necesarios para abordar este evento climático extremo”, inédito en la ciudad desde el paso del huracán Ida, que asoló la costa este de EU a finales de agosto de 2021.
En una rueda de prensa posterior al anuncio de Hochul, el alcalde de la ciudad, el también demócrata Eric Adams, avisó que algunas zonas de la ciudad “podrían registrar una subida de hasta 20 centímetros del nivel del agua antes de que terminara este día”.
La alerta pide a los ciudadanos evitar cualquier desplazamiento no indispensable, y refugiarse en zonas altas, desalojando si es el caso sótanos susceptibles de inundarse.
En numerosas estaciones del Metro en el condado de Brooklyn el agua entraba en vestíbulos y andenes con la fuerza de un torrente. A las 3:00 de la tarde, hora local, se habían suspendido cinco líneas, y el resto sufría considerables retrasos.
La circulación en superficie también se vio afectada, con el cierre de tres grandes arterias (dos en Brooklyn y una en Manhattan). El servicio de transportes metropolitano (MTA, en sus siglas inglesas) determinó cortes en todo el servicio debido a las inundaciones.
El Aeropuerto Internacional de LaGuardia, recientemente remodelado, cerró una de sus terminales por las adversas condiciones meteorológicas, y el JFK sufría disrupciones en salidas y llegadas.
Hochul insistió en que la referencia del alcalde sobre la subida del nivel del agua “puede parecer de pocos centímetros, pero es suficiente como para arrastrar vehículos o desencadenar otras inundaciones que podrían costar la vida a la gente”, en referencia a las trombas que anegaron en minutos muchos sótanos-vivienda al paso de Ida.