Más de 100 sacerdotes de la Diócesis de Campeche participaron en la misa crismal en la Catedral, donde renovaron sus votos y fueron bendecidos los santos óleos de los enfermos, catecúmenos y el santo crisma, que repartirán en las 70 parroquias y capellanías de la entidad.
A diferencia de otros años, cuando salían en procesión de la iglesia del Jesús, en esta ocasión sólo una parte de los presbíteros hizo un pequeño recorrido alrededor de la Catedral, portando sus vestiduras blancas y orando, mientras que el resto se encontraba adentro del recinto religioso.
El obispo José Francisco González González explicó que sólo por esta ocasión se adelantó la consagración de los santos óleos, ya que a muchos sacerdotes les cuesta viajar hasta la capital y regresar el mismo día a impartir los oficios.
Estamos aquí para agradecer el gran don de la Eucaristía que Jesús nos ha regalado a algunos de los miembros de la Iglesia, aquí presentes, casi el 100 por ciento de sacerdotes que están aquí en la Diócesis de Campeche, manifestó.
En el presbiterio bendijo tres urnas. La primera contenía el óleo de los enfermos, para los aquejados por dolencias físicas o de quienes sienten la debilidad propia de su edad avanzada. La otra tenía el óleo de los catecúmenos, que fortalece al que va a ser bautizado, preparándolo para las exigencias de la fe y protegiéndolo contra las insidias del maligno.
La última urna corresponde al santo crisma, que dota su nombre del mismo Cristo, esto es el ungido que representa la dignidad de cada hijo de Dios. Con él se unta a los recién bautizados, son sellados y se unen las manos de los presbíteros, la cabeza de los obispos y las iglesias en sus altares y dedicación.
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