Jorge Gustavo Sansores Jarero
DEFICIENTE COMUNICACIÓN
No me queda la menor duda de que las plataformas digitales son excelentes vías de comunicación, pero en muchos casos —la mayoría— no depende del medio o la entidad que las ostente, sino de quienes las manejan.
En la actualidad, gracias a las redes sociales podemos informar y emitir comentarios “libremente”. Entrecomillo esta acepción, pues como sucede con los medios tradicionales que en México y Campeche son atacados por informar y expresar ideas y opiniones —como las mías—, en la comunicación digital sucede los mismo.
Sin embargo, los gobiernos y los gobernantes recurren a estas plataformas con estrategias conocidas, pero que no concuerdan con sus dichos. Por ejemplo, en Campeche la actual administración exige que los medios de comunicación investiguen, pero el mismo Gobierno del Estado se cierra a informar. La Unidad de Comunicación Social (UCS) a cargo —supuestamente— de Walther David Patrón Bacab, sólo emite comunicados y aclaraciones imprecisas, pero no informa.
No hay agenda de los eventos de la gobernadora Layda Elena Sansores San Román, no hay invitaciones a los medios digitales y tradicionales, o al menos no a todos, y cuando realizan “foros” de comunicación los hacen con los voceros oficiales, y eso le quita toda credibilidad y objetividad a sus eventos, además que laceran la libertad de expresión que tanto pregonan. Y antes de que piensen que mi comentario busca algo a cambio, les aclaro que no, simplemente agradecería que hagan bien su trabajo.
De nada sirve que emitan un comunicado de prensa —con errores ortográficos y gramaticales— para “informarnos” de lo acontecido en un evento. Lo ideal sería que haya apertura a los medios, que permitan las preguntas y que los funcionarios respondan a los cuestionamientos de los periodistas.
Algunos secretarios del gabinete ya se han quejado por la exigencia que les hacen desde la UCS para evitar ciertos temas, mientras que sólo unos cuantos se atreven a contestar, y al final se contradicen. Que los quieren mantener en el anonimato, aseguran, y por ende piden que no se revelen sus nombres. Y como Campeche es pequeño y nos fijamos en todo, no es necesario mencionarlos para darnos cuenta de quienes son los que jamás aparecen o mantienen en el sótano de la información.
Por otro lado, hay quienes no dejan de aparecer en cada oportunidad, y no precisamente porque sus declaraciones sean necesarias, sino porque, intuyo, hay algún acuerdo o posicionamiento futuro, y por ende necesitan mayor foco de atención que los demás.
El problema, y en eso debería de pensar Patrón Bacab o quien esté al frente de la UCS, es que dejan a esos funcionarios mal parados con la ciudadanía, pues pareciera que no saben nada acerca de sus funciones, o bien, que no están funcionando. Y como ya llevamos siete meses y medio con la nueva Administración, y no escuchamos anuncio —local— de inversión o de obras, lo lógico es pensar que los funcionarios no hacen su trabajo.
Tal vez, en lugar de hacer foros internos y de evitar a los medios, una buena estrategia sería buscar que esos mismos medios y periodistas —que parece que la UCS no acepta— entrevisten a los funcionarios del Gobierno del Estado, y que éstos demuestren que sí saben y que están trabajando por el bien de los campechanos.
Que por un momento se olviden del Tren Maya, que es obra e inversión del Gobierno Federal, y nos comuniquen las estrategias estatales que han trazado, sus fechas de inicio, avances y posiblemente su conclusión. Y que en caso de no haber, que justifiquen de propia voz el por qué, pero con algo válido y razonable.
Es innecesario desgastar la imagen de la mandataria Sansores San Román, cada martes a través de las redes sociales. Y lo digo, porque tal vez y a diferencia de quienes le sugirieron salir en su videoconferencia, no veo justo que ella sea quien tenga que explicar, al poco público que la ve —no más de 500 seguidores por transmisión—, cada uno de los problemas y críticas sociales que abundan en la entidad.
La vulneran y exponen con muy pocos seguidores, y es tarea de la UCS que revisen la cantidad de visitantes que observan su transmisión en vivo, pero sobre todo evitar comentarios de las mismas personas, y que escriben las mismas porras en cada emisión, lo que me lleva a pensar que son “bots” contratados, y eso disminuye, no sólo la calidad del comentario de la gobernadora, sino la credibilidad de sus dichos.
Tampoco se trata de obligar a los empleados del Gobierno Estatal a ver la videoconferencia y verter sus comentarios “positivos”, mucho menos de contratar más gente y gastar sólo porque si, sino que busquen que la transmisión tenga el contenido adecuado, y sobre todas las cosas deben cuidar que la gobernadora no quede expuesta con sus expresiones. Es una falta de respeto para ella, pero aún más para los internautas.
Otro grave problema son los comentarios que vierten algunos de los que siguen las transmisiones, pues en ocasiones exageran con sus insultos y denostaciones. Y habrá quien piense que eso significa “libertad de expresión”, pero no creo que insultar a la gobernadora o a cualquier funcionario, o que estos utilicen las redes sociales para hacer lo contrario y/o defenderse, sea la mejor opción.
Cerrarle las puertas a algunos medios de comunicación refleja que les molesta su contenido crítico, tal vez su existencia. ¿Cómo festejar el próximo 7 de junio el Día de la Libertad de Expresión? ¿Sin invitados? ¿O de plano y como es martes, aprovecharán para que la mandataria estatal lo haga desde su transmisión en las redes sociales? ¿Acabarán con la tradición de juntar a los medios y así evitar las críticas? ¿Y no será contraproducente? Tal vez sería momento de limar asperezas, a nadie le viene mal ser el primero en tender la mano, más en estos tiempos de división.
Porque tampoco se vería bien utilizar la fecha para arremeter en contra de lo que en la Unidad de Comunicación Social llaman “enemigos”, sólo porque tenemos distintas ideas y somos críticos. Pero no criticamos su ideología, sino la falta de resultados que a todos los campechanos nos afectan.
Y si nos adelantamos unos meses, ¿qué vamos a escuchar el 7 de agosto en el Informe de Gobierno? ¿Lo cancelarán por ser domingo? ¿Entonces saldrán con su domingo siete? Una vez más el número cabalístico aparece, pero lo que no desaparecerá es la pregunta de todos los ciudadanos: ¿qué nos van a informar?
La UCS tiene mucho trabajo por hacer, y uno de los más importantes es comunicar y hacerlo bien. Darles cabida a todos los funcionarios, abrirle las puertas de la información a todos los medios, pero sobre todo cuidar la investidura de la mandataria Layda Sansores. ¿O acaso la consideran su enemiga en la UCS? ¿Ya hay más problemas internos?
Sería terrible que al interior del gabinete haya fuego amigo, que intenten dañar la imagen de los funcionarios o al menos eso parece. Peor, que no sancionen o eliminen al personal que provoca problemas a la gobernadora y a su equipo de trabajo, o cuando menos les exijan explicaciones acerca de lo que hacen. Porque al final y como siempre sostengo, la imagen que queda mal es de quien encabeza el Gobierno o la empresa, no de los que hacen el trabajo “sucio”. ¿O acaso se mandan solos?
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