Luego de que funcionarios de su administración obligaran al cierre de un oratorio en el Hospital de Especialidades, lo que repercutió en airadas reacciones de feligreses, y que desde el Congreso del Estado se impulsa la Ley de Violencia Simbólica que atentaría contra algunos cultos religiosos, y que en esa misma instancia se promueve la iniciativa para legalizar el aborto, ayer la gobernadora Layda Elena Sansores San Román decidió “limar asperezas” con el obispo José Francisco González González.
Aunque no se informó qué temas trataron, Sansores San Román escribió en sus redes sociales: “Tuve una reunión con el Sr. Obispo José Francisco González, donde recordamos a mi hermana Maguis, quien fue tan cercana. Le agradezco mucho sus atenciones y la charla tan amena. Un gusto saludar a los padres Gerardo, Efraín y Luis Miguel”.
González González no subió ningún comentario de esa reunión en sus redes sociales, y tampoco lo hicieron los otros sacerdotes que participaron en el encuentro; sin embargo, algunos de los comentarios de los cibernautas cuestionaron el maltrato que el Gobierno de Sansores San Román ha dado a algunas agrupaciones religiosas, entre ellas la católica.
Destacaron el caso más reciente, cuando fueron obligados a desmantelar un oratorio a San Ramón Nonato en el Hospital de Especialidades de esta capital, y que durante el último oficio religioso no se le permitió al obispo ingresar a esa pequeña capilla.
Fueron la presión social y los miles de comentarios de repudio en las redes sociales, los factores que obligaron a la Secretaría de Salud (SSA) a permitir que se reabriera ese espacio en dicho nosocomio.
Aunque sigue pendiente la amenaza en el Congreso del Estado de aprobar la Ley de Violencia Simbólica, que ha motivado plantones de protesta de diferentes grupos religiosos, no sólo católicos, sino también evangélicos, bautistas y cristianos, entre otras denominaciones, que consideran que ese ordenamiento los afectará en las expresiones de su fe, por lo que han solicitado congelar la propuesta. El Congreso no les ha respondido.
También está pendiente la legalización del aborto, hecho que también es repudiado por casi todas las agrupaciones religiosas que han solicitado reunirse con los diputados locales para expresarles sus puntos de vista.
Pero hasta la fecha no han sido atendidos, aunque se espera que tras esta reunión entre Sansores San Román y González González, algunas de esas cuestiones sean resueltas.
Más historias
Ganaderos exigen que Layda cumpla sus promesas de campaña
BALEAN A VELADOR EN UN INTENTO DE ROBO A UNA TRITURADORA
Doble fondo: Acapulco sin foquitos