EL DOMICILIO FISCAL PROPORCIONADO POR COMPRASUR Y FENIXUR ES UNA CASA VACÍA
Mientras que la secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana (SPSC), la guanajuatense Marcela Muñoz Martínez guardó silencio y se negó a declarar sobre los presuntos desvíos de miles de pesos a través de sus factureras, TRIBUNA corroboró que los domicilios fiscales que registran las empresas Comprasur y Fenixur, ubicadas en Fracciorama 2000, es una vivienda sin razón social vacía.
A su vez, el secretario regional del PRI, Luis Alonso García Hernández, exigió a la Auditoría Superior de la Federación y a la Unidad de Inteligencia Financiera investigar los manejos irregulares que involucran recursos federales para el reforzamiento de la seguridad, depositados a las cuentas bancarias de Muñoz Martínez a través de triangulaciones.
Demandó congruencia a la gobernadora Layda Sansores, pues de la misma forma en que fustiga a supuestas factureras del Ayuntamiento de Campeche, debería pedir investigar este asunto que involucra a su funcionaria consentida.
Policías estatales confirmaron los irregulares trabajos de rehabilitación de edificios y balizamiento y pintura de pasos peatonales, que cobran las factureras Comprasur y Fenixur, en el mismo domicilio fiscal.
TRIBUNA corroboró que en el domicilio ubicado en calle Temporal entre avenida Tormenta y calle Chubasco número 2 interior A, de Fracciorama 2000, no hay ningún letrero que señale que son oficinas de alguna empresa. Estuvo ayer vacío todo el día, con una camioneta roja estacionada. Algunos vecinos comentaron que es raro ver a alguien en ese predio.
En la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana no aceptaron entrevistar a su titular, Marcela Muñoz Martínez, para responder sobre el presumible hecho de corrupción.
Mientras tanto, autoridades estatales planean seguir mandando a cadetes y policías a dar mantenimiento a las vialidades y otros servicios que cobran por medio de inexistentes empresas.
Agentes con altos grados se quejaron de no ser beneficiados con el aumento salarial y que les imponen horas extras cuando trabajan más de 48 horas, que nunca les pagan.
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