Jorge Gustavo Sansores Jarero
Encuentro desesperado
Por el momento se detuvieron las acusaciones de supuesta persecución política, que la alcaldesa Biby Karen Rabelo de la Torre aseguraba que era por orden de la gobernadora Layda Elena Sansores San Román, quien a su vez frenó las descalificaciones en contra de la primera. Esto, luego de que acordaran un “cese al fuego” momentáneo entre ambas, para por fin trabajar conjuntamente a favor de los ciudadanos del Municipio de Campeche.
En dos reuniones, una de ellas realizada de manera intempestiva —apenas un día antes la alcaldesa anunció que esperaba el aviso de la gobernadora—, por fin Biby Rabelo y Layda Sansores comenzaron a dirimir sus problemas. Las diferencias que comenzaron como asuntos de gobierno, que luego pasaron al plano político y crecieron hasta lo personal, parece que han desaparecido. O tal vez no.
El primer encuentro entre mujeres fue casi secreto, pues aunque algunos reporteros llegaron a tiempo a la Casa de los Gobernadores para conocer los temas de la reunión, ninguna de las dos mandatarias dio detalles de lo acordado. Ambas se limitaron a publicar una fotografía en sus redes sociales, acompañada de un texto poco claro en torno al diálogo.
Y mientras eso sucedía, cuentas falsas o troles, que generalmente defienden a Sansores San Román en redes sociales, comenzaron a atacar a Rabelo de la Torre. Que se había ido a arrodillar, a pedir perdón, a solicitarle a Layda que no le meta a la cárcel, vertían los operadores pagados desde alguna oficina del Gobierno del Estado. Pésimo manejo, cuando la intención de la mandataria estatal era enviar un mensaje de concordia.
Por su lado, el equipo de la presidenta municipal fue congruente. Le enviaron mensajes de aliento a su jefa, sin denostar a la gobernadora por el acercamiento. Alguien utilizó el cerebro en vez del hígado, y evitó que la recién terminada reunión se fuera por el caño.
Días después hubo otra reunión. Fue más formal, pues ambas jefas de gobierno incluyeron a parte de sus gabinetes. Los temas fueron el apoyo estatal para la pavimentación y el bacheo, así como el trabajo coordinado para que la Comuna entregue permisos de construcción al Gobierno del Estado. Ahora las fotos fueron distintas, no sólo subieron la oficial con las protagonistas, sino en grupo.
En ambos casos, los equipos de trabajo estaban conformados por quienes manejan los recursos de los gobiernos Estatal y Municipal, así como de los encargados de Obras Públicas y los secretarios del Ayuntamiento y general de Gobierno.
Pero aunque el tema central fuera la pavimentación de calles y los permisos de construcción, hubiera sido importante que participaran la secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana (SPSC), Marcela Muñoz Martínez, y el fiscal general del Estado (Fgecam), Renato Sales Heredia, pues recordemos que la alcaldesa Biby Rabelo los acusó de encabezar la persecución política en su contra, y también queda pendiente la creación de la Policía Municipal.
Tenerlos en la mesa hubiera enviado un mensaje más preciso de que supuestamente regresó la paz a ambos palacios, o que al menos la tregua va en serio. Pero sin Muñoz Martínez y Sales Heredia, queda en duda la buena relación en materia de seguridad.
Además, Biby Rabelo y Layda Sansores no aclararon si en algún momento de la primera o segunda reunión, platicaron y acordaron la liberación del titular del Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Campeche (Smapac), Juan Carlos Lavalle Pinzón, pues fue mucha casualidad su salida del Centro de Reinserción Social de Kobén durante esos días. Por supuesto que tampoco tenía porque estar encerrado ahí, cuando su proceso podía llevarlo en prisión domiciliaria desde el inicio.
También queda la duda acerca de otros funcionarios y exfuncionarios municipales sujetos a investigación, pues si bien es cierto que el acercamiento entre la gobernadora y la alcaldesa fue para dar y recibir apoyo, hay quienes consideran que las indagaciones que realiza la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción del Estado de Campeche (Feccecam) mantiene en vilo al gabinete municipal, y por ende a Biby Rabelo de la Torre.
Ahora bien, ¿cuánto durará la tregua? ¿El tiempo suficiente para que el Gobierno del Estado le cumpla al Ayuntamiento con la pavimentación? ¿Habrá más reuniones para tratar el tema de la Policía Municipal? ¿Y del intercambio de información por los exfuncionarios municipales señalados de corruptos?
Por lo pronto es bueno ver que ambas hicieron a un lado sus diferencias y comenzaron con el diálogo que llevará al trabajo conjunto. Dará más gusto si los ciudadanos vemos pronto el resultado, pues desde hace tiempo pedíamos que mejorara esa relación. Y acerca del pleito que durante un año tuvieron Sansores San Román y Rabelo de la Torre, podemos recordar aquella frase que versa: “entre mujeres podemos despedazarnos, pero jamás nos haremos daño”.
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