Cuando hablamos de libros de cabecera, “El principito” sin duda es uno de los primeros que nos viene a la cabeza. La obra de Antoine de Saint-Exupéry se ha convertido en uno de los libros más importantes de la literatura moderna y, antes o después, todos deberíamos leerlo. Muchos piensan que se trata de un libro infantil, pero esto no es cierto, de hecho, no tiene nada que ver leerlo cuando se es joven que cuando se es adulto. En este artículo hablaremos de algunas de las lecciones de vida de las que habla “El principito”.
¿De qué trata “El principito”?
No vamos a entrar en detalle sobre de qué trata “El principito”, porque no es cometido de este artículo. Si quieres saber más sobre esta obra antes de leerla, puedes leer un ensayo literario del principito, el cual te contará con más detalle los puntos principales del libro. A grandes rasgos, esta obra cuenta la historia de un joven príncipe que viaja por el espacio hasta llegar a la Tierra. Al aterrizar en esta porque su nave estaba averiada, empieza a establecer contacto con animales, flores personas…y se da cuenta de que la vida, la amistad y el amor, no son como el los había vivido en su planeta.
¿Qué nos enseña “El principito”?
Son muchas las lecciones que podemos aprender del principito, aunque hacer un análisis exhaustivo de este libro nos llevaría muchas páginas. Por ello, a continuación se enumeran algunas de las lecciones más importantes que podemos aprender de esta obra:
– La apariencia no lo es todo. Vivimos en una sociedad en la que la apariencia tiene un papel muy importante y muchas veces dejamos de hacer o de conocer simplemente por la apariencia. Este libro nos enseña a que la apariencia no lo es todo y a que tenemos que deshacernos de nuestros prejuicios y estereotipos.
– Conócete antes de juzgar a otros. El ser humano tiende a criticar y a juzgar con mucha facilidad. Una crítica constructiva siempre es bienvenida, pero juzgar lo que no entendermos o lo que no queremos aceptar no tiene sentido alguno. Debemos conocernos a nosotros mismos antes de criticar. Siempre se ha dicho que la crítica dice más de quien critica que de quien es criticado.
– La vida hay que vivirla. “El principito” se da cuenta que la gente, a medida que se hace mayor, tiende a cuantificar todo, a valorar la vida en términos numéricos. Esto les lleva a que olviden lo más importante de la vida, vivirla.
– No es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita. Una de las grandes enseñanzas de este libro. Muchas personas tienden a pensar en que si fueran otra persona, si vivieran en otra situación o si tuvieran más dinero, serían más felices. Eso no es cierto, y está más que demostrado. La clave para ser feliz es conformarse con lo que uno tiene y saber sacarle el máximo partido.
– No exijas nunca a nadie lo que no puede darte. Por desgracia, muchas personas tienden a tener expectativas muy altas del resto y esto lleva a desilusiones. Pedir a alguien algo que no puede darte no hará más que frustrar a la persona y desilusionarte. Como humanos que somos, debemos ser capaces de razonar y de no ejercer una presión exagerada en la gente. Debemos saber cuando pedir y hasta que límite podemos llegar. En “El principito” tratan este tema desde el amor y de como este siempre debe ser incondicional y nunca debe de ser parte de un pacto o de esperar algo a cambio.
Conclusión
“El principito” es una obra que ha trascendido y que ha calado hondo en nuestra sociedad. Mucha gente sigue pensando que es un libro escrito para niños pequeños, pero eso no es así. Es cierto que los niños pueden leerlo y pasar un buen rato con la historia, pero no serán capaces de sacar todo el contenido que este libro ofrece. Si de pequeño leiste este libro, algo que es muy probable, no dudes en releerlo. Te darás cuenta de la cantidad de cosas que no te diste cuenta de pequeño y lo interesante que es esta obra y la cantidad de lecciones que puede darte un libro tan corto.
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