SEÚL, Corea del Sur (Reuter).— Familiares conmocionados retiraban cuerpos, padres buscaban a sus hijos y el país trataba de encontrar respuestas este domingo de cómo ocurrió una estampida en un estrecho callejón durante las festividades de Halloween, en la que al menos 153 personas murieron aplastadas por otras en la capital de Corea del Sur.
El presidente Yoon Suk-yeol declaró un periodo de luto nacional y decretó como zona de catástrofe el popular distrito de Itaewon de Seúl tras el desastre del sábado por la noche.
“Esta noticia cayó como un rayo desde un cielo azul”, dijo un padre, que rompió a llorar mientras recogía el cuerpo de su hija en una morgue de la capital del país.
Parte de una enorme multitud que celebraba en Itaewon se precipitó a un callejón, dónde murieron al menos a 153 personas, la mayoría de ellas veinteañeras, dijeron los servicios de emergencia, que añadieron que el número de muertos podría aumentar.
Los jóvenes, algunos todavía adolescentes y muchos de ellos con disfraces de Halloween, se disponían a disfrutar de los bares, clubes nocturnos y restaurantes en los que el jolgorio se desborda habitualmente hacia calles laterales estrechas y a menudo empinadas.
En cambio, la calle se llenó de gente que pedía ayuda, mientras el personal de emergencia intentaba desesperadamente liberar cuerpos atrapados y practicar reanimación cardiopulmonar a personas tendidas en el suelo.
Choi Sung-beom, jefe de bomberos de Yongsan, dijo en una reunión informativa en el lugar de los hechos que había 82 heridos, 19 de ellos graves. Entre las víctimas mortales había 22 extranjeros, dijo.
Familiares y amigos buscaban desesperadamente noticias de sus seres queridos en centros comunitarios convertidos en instalaciones para buscar y dar noticias de los desaparecidos.
Al menos el 90% de las víctimas habían sido identificadas a mediodía, con retrasos que afectaron a algunos extranjeros y adolescentes que aún no tenían tarjetas de identificación, dijo el Ministerio del Interior.
Cerca del lugar de los hechos comenzaron a improvisarse altares conmemorativos, en los que gente dejaba flores y notas.
El presidente Yoon expresó sus condolencias a las víctimas y sus deseos de una pronta recuperación a los numerosos heridos de uno de los peores desastres de Corea del Sur y las peores estampidas del mundo en décadas.
“Esto es verdaderamente trágico”, dijo en comunicado, prometiendo una investigación sobre la causa del desastre. “Anoche tuvo lugar en el corazón de Seúl una tragedia y un desastre que no debería haber ocurrido”.
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