Salarios de hambre e incongruentes requisitos de contratación enfrentan desempleados en Carmen, lo que aleja a la población de empleos con pagos justos y condiciones laborales óptimas, lamentó la responsable del Servicio Nacional del Empleo (SNE), Valeria Sánchez Salazar.
Desafortunadamente —agregó—, en el sur del país se presentan esos problemas en detrimento de la población, y en específico viene de empresas relacionadas con la industria petrolera.
Muchas empresas ofrecen salarios muy bajos, y pese a que los exhortamos a mejorar las condiciones, se trata de un estándar que manejan sin que al final hagan adecuaciones propias para este Municipio petrolero.
Tras la posposición de la última Feria del Empleo para el 11 de este mes en lugar por definir, la funcionaria estatal consideró probable que no todas las empresas que se habían apuntado para ofrecer unas 300 vacantes, estén presentes en la jornada de inclusión laboral.
En las últimas ediciones hemos encontrado situaciones lamentables, pues ofrecen vacantes con salarios muy bajos, lo que desilusiona a los buscadores de empleo, quienes están esperanzados en que, por ser industria petrolera, el pago se refleje con actividad a desempeñar.
“Esa es una cuestión que afecta no sólo a Carmen, sino a todo el sur del país. En la mayoría de los trabajos, incluyendo a la parte industrial, hemos detectado que el salario se encuentra en el mínimo, y en ocasiones aunque requieran licenciatura”.
“Intervenimos para sensibilizar a las empresas y a los reclutadores, pero algunos son un poco más flexibles que otros, pues tienen ciertos lineamientos”, detalló.
Sánchez Salazar lamentó que muchas son empresas de cadena que manejan condiciones de contratación y salario estándares. El detalle es que en Carmen es entendible que la vida es muy cara, y las personas no viven con la misma cantidad en ciudades como esta.
Además del salario bajo, los requisitos de contratación son incongruentes, pues piden más de cinco años de experiencia y el rango de edad es de entre 25 y 35 años.
Se busca —explicó la funcionaria—, que las jornadas de empleo sean de inclusión, porque dejan fuera a jóvenes, embarazadas y personas mayores de 45 años.
Otra situación detectada en cada evento, es que muchas personas llegan de otros Estados, piensan que el salario y las condiciones son distintas, pero se llevan la peor sorpresa.
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