Cuestionado por su desempeño y nulos resultados, así como la opacidad de los contratos y convenios de los programas, el titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (SDA), Ramón Ochoa Peña mantiene mutismo sin dar la cara para responder a dirigentes campesinos que exigen su renuncia.
Atrincherado en su despacho de las oficinas de esta dependencia, el funcionario estatal expriísta, se negó a recibir a los reporteros de la prensa independiente para que fije postura respecto a los señalamientos de dirigentes campesinos, que lo acusan de no tener capacidad para el cargo, manejo partidista de los programas y opacidad en la asignación de los contratos.
Ochoa Peña se ha negado a revelar los nombres de las empresas foráneas que benefició con una bolsa de recursos por más de 100 millones de pesos, en la adquisición de fertilizante de dudosa calidad que entregó a los campesinos para la siembra de maíz del pasado ciclo.
El presidente del Consejo de Organizaciones Campesinas y Pesqueras Ambientalistas, A.C., Raúl Quej González, denunció que el campo enfrenta una severa crisis ante el abandono del Gobierno de Layda Sansores y la falta de una visión clara de cómo rescatar el agro campechano, sin embargo, el funcionario se negó a fijar postura.
No concedió la entrevista para responder a las acusaciones de que presuntamente orquesta y ejecuta programas corruptos con fines de latrocinio y saqueo, y se escondió para no dar la cara a los cuestionamientos de que las políticas públicas encaminadas al sector agrario son basura reciclada, que no abonan para rescatar al campo de la crisis.
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