LO AGREDIERON DENTRO DE SU CASA
Con un disparo en la cabeza y al borde de la muerte, dejaron ayer a David Jiménez Barrera, alias “Morsa”, tras ser atacado en el interior de su domicilio, ubicado en Villas de Santa Ana. Al cierre de la edición no había sido detenido ningún sospechoso.
Solamente pasaron siete días para que de nuevo personas en motocicleta atentaran contra la vida de una persona, como ocurrió en la colonia Miguel de la Madrid, sin embargo, de estos dos hechos recientes no hay detenidos.
Ayer alrededor de las 15:00 horas, el joven tatuador fue atacado de frente a tiros en su casa, luego de que dos personas desconocidas ingresaran.
Socorristas de la Cruz Roja Mexicana confirmaron que la víctima estaba tirada boca abajo en la sala del domicilio, que utiliza también como estudio para grabar dibujos en la piel humana.
Presentó un impacto de bala a la altura de la frente y se apreciaba masa encefálica cerca de su cara. Luego de que le frenaran el sangrado fue trasladado al hospital general.
A la ambulancia subieron una joven que dijo ser su pareja sentimental y el hermano del lesionado. Al llegar al nosocomio, ella expresó: “Amor, David, yo sé que puedes. Lucha amor, aquí voy a estar afuera, ¿oíste?”.
La persona baleada vestía playera abotonada negra de flores, bermuda color hueso y estaba descalzo. Además, tiene tatuajes en diversas partes del cuerpo.
Cuando fue bajado del vehículo de auxilio médico, se pudo observar que una servilleta blanca cubría la herida de su frente y que tenía el ojo izquierdo inflamado. No respondía a los suplicios de su pareja.
Personal de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) también llegó para levantar la declaración tanto de la pareja sentimental como del hermano de la víctima.
En tanto, el lugar del atentado quedó bajo resguardo de las autoridades ministeriales, quienes realizarían las investigaciones y la toma de pruebas e indicios.
Cabe destacar que este joven apenas ayer subió a su cuenta de Facebook: “Tengo un muy mal presentimiento y nunca me equivoco”, y adjuntó una cara llorando, lo que generó palabras de ánimo.
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