Preocupante y riesgoso para la democracia mexicana, representa la iniciativa de reforma electoral que plantea el presidente Andrés Manuel López Obrador, opinó Martín Faz Mora, consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), al asegurar que los cambios en esta materia deben buscar fortalecer las instituciones electorales y no desaparecerlas para crear apéndices del Gobierno.
“Difícilmente va a pasar, pero hay que estar atentos. Esta reforma constitucional no parte de un diagnóstico sereno y objetivo de cuáles son los logros y las limitaciones del INE, o del sistema electoral en su conjunto”, apuntó.
Algunos de los puntos de la propuesta oficialista son preocupantes, sostuvo, ya que parece que están más motivadas por un ejercicio que tiene que ver con temas no específicamente de cuáles son los logros o las limitaciones que tiene el sistema nacional electoral. Sí es muy riesgoso.
Hay confianza de que no sea aprobado el dictamen de la reforma electoral, debido a que necesitan las dos terceras partes del Congreso, aunque el Gobierno Federal tiene un plan B, que aún no se sabe en qué sentido lo pretenden construir.
Sea lo que sea, el INE seguirá cumpliendo con la función social que tiene y hace que sea altamente evaluado por la ciudadanía, como se demostró en la marcha del día 13 y en las encuestas, donde aparecen resultados de más de 60 por ciento de reconocimiento.
El INE más allá de la reforma y los recortes presupuestales, se esfuerza por seguir ofreciendo a la ciudadanía elecciones creíbles, auténticas y legítimas, así como también la credencial de elector, un documento fundamental para las personas.
La ciudadanía debe contar con la certeza de que hay una institución electoral confiable, apegada a los criterios de imparcialidad, independencia y autonomía, que organice los ejercicios electorales y que con el voto ciudadano se resuelva quien llega o se va del poder.
La polarización, advirtió, es una estrategia política, que busca movilizar a sus cuadros. Son importantes los contrapesos constitucionales y políticos. La democracia tiene limitaciones, por ello hay que ver de qué manera se otorga respuesta de las expectativas. “Para mejorar la democracia, hay que hacer más democracia, no lo contrario”, concluyó.
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