El Transporte Urbano Municipal (TUM) significa una carga de 17 millones de pesos anuales al Ayuntamiento capitalino, y junto con las restricciones legales de no poder ser juez y parte en el análisis y calificación del servicio de transporte público por la nueva movilidad urbana y de seguridad que habrá en la entidad, orillaron al Cabildo a aprobar la devolución de la concesión al Gobierno del Estado, justificó el secretario de la Comuna, Ricardo Encalada Ortega.
“Recuerden que es una concesión de servicio que el Gobierno del Estado otorga. Hace más de 40 años se la dio al Ayuntamiento de Campeche, y ahora el Cabildo, por mayoría, aprobó renunciar a la misma y devolverla”, argumentó.
El funcionario municipal aclaró que el TUM seguirá como tal hasta las 00:00 horas del 1 de enero del 2023, cuando se tenga ya al nuevo concesionario, con quien seguramente la administración estatal tendrá ya trabajo previo.
Y explicó que los cinco camiones que amparan la concesión, siguen prestando el servicio de manera legal, bajo las siglas del TUM, o sea, la renuncia a la concesión se hará efectiva el 31 de diciembre, y se trabajó así para prever que la ciudadanía no resulte afectada, especialmente la que atienden en los poblados.
Encalada Ortega afirmó que el Instituto Estatal del Transporte (IET) requiere de tiempo para hacer sus licitaciones, y encontrar al proveedor adecuado para esa ruta.
Sobre el futuro de los 60 empleados del TUM, respondió que la instrucción de la alcaldesa Biby Karen Rabelo de la Torre es salvaguardar los derechos de los trabajadores, y que ninguno de ellos sea afectado a partir de que se ceda la concesión.
Todos serán distribuidos a otras áreas del Ayuntamiento, quedarán contratados y continuarán trabajando, a ellos no les afectará la reorganización de subdirecciones que se lleva a cabo en la Alcaldía, por la cual se prevé el recorte de personal para el próximo año.
“Quiero resaltar que tuvimos ya tres reuniones con la Secretaría de Gobierno y el IET para que de una vez se vaya planchando el proceso, y la ciudadanía no salga afectada, y continúe el servicio de manera ininterrumpida”.
En esas reuniones estuvieron los presidentes y comisarios de las juntas municipales involucradas, y se llevaron a cabo en el Salón Gobernadores del Palacio de Gobierno.
—¿Por qué devolver la concesión que significaba fuertes ingresos a la Comuna?, se le preguntó.
—No había fuertes ingresos, ya no era así por los gastos que significaban los aumentos a los combustibles, porque la nómina la tenía que absorber la Comuna, y porque se debe más que nada a una reorganización de funciones, respondió.
Aunque no pudo precisar los ingresos que dejó el TUM en su último año de operatividad, subrayó que en costos de operación significa alrededor de 17 millones de pesos anuales, entre pago de combustibles y arrendamientos de unidades.
Expuso que la Comuna no tenía la capacidad para adquirir unidades, por lo que en los últimos años entregó a varias empresas contratos de arrendamiento. Y no descartó que alguna de ellas sea ahora beneficiada por el IET con la concesión.
Por último, pidió tranquilidad a los pobladores de Chemblás, Bethania, Hampolol y San Francisco Kobén, toda vez que el servicio no será suspendido. Además de que el titular del IET, Raúl Cárdenas Barrón, ya fue a esos poblados a dialogar con la gente.
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