REPROCHA DIPUTADO JESÚS AGUILAR QUE PIDAN DARLE 16 MILLONES MÁS
Al reprobar que el Gobierno de Layda Elena Sansores San Román pretenda, según su iniciativa de Presupuesto de Egresos 2023, destinar 48 millones 936 mil 329 pesos a la Oficina de la Gobernadora para gastos de comunicación social, 16 millones más que el año pasado, el diputado local por el partido Movimiento Ciudadano (MOCI), Jesús Humberto Aguilar Díaz, criticó que este millonario recurso se lo “clavarán” o lo malgastarán en el burdo show del “Martes del Jaguar”.
Y lamentó que la administración estatal emanada del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) esté más preocupada por el pan y circo, en lugar de priorizar y destinar mayores recursos a rubros torales que necesitan y demandan las y los campechanos, como seguridad, salud, educación, obra pública, etcétera.
El legislador naranja ejemplificó que, mientras a la Unidad de Comunicación Social (USC) se le ha incrementado su presupuesto anual desde que inició la actual administración laydista, a los órganos autónomos como la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción del Estado (Feccecam) se les mantenga con el mismo techo financiero, siendo la institución encargada de investigar y perseguir a las y los servidores públicos que incurran en desvíos de los dineros del pueblo.
“Son 11 millones 406 mil pesos que se le asignarían a la Fiscalía Anticorrupción el próximo año, y el pasado fue un presupuesto parecido, 11 millones 302 mil; mientras que a la UCS se le etiquetan más de 48 millones, casi 49 millones de pesos. Es reprobable, le aumentaron el año pasado, le aumentan este año 16 millones, y vemos que otros rubros importantes disminuyen, no les dan dinero, o se mantienen igual”.
Aguilar Díaz acusó que el destino de los recursos asignados a comunicación social es desconocido, aunque “seguramente se los están clavando sin duda alguna, o en el ‘Martes del Jaguar’, que no tiene absolutamente ningún oficio ni beneficio”.
Para finalizar, consideró que es contradictorio cuando Morena y sus actores políticos se desgarran las vestiduras con su bandera de “no robar, no mentir y no traicionar”, aunque es únicamente un lema que ni ellos aplican.
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