NO LE GUSTÓ SU BOTARGA. Bien dijo el comentarista Guillermo Vázquez Handall, que no entiende Layda Sansores que no es referencia informativa ni quien define la verdad. Por eso nuevamente salió a recetar sus mentiras condimentadas con un estéril —los campechanos no le creen— discurso de odio y polarización, al igual que hace su patrón Presidente.
“Un hecho que ensucia el Carnaval de Campeche… se nos hizo increíble que fuera el Municipio de Campeche el que encabezara la agresión… no vamos a contestar, sería empezar una era de odios… no estamos en elecciones, no es para estar vomitando sus resentimientos… eran del Ayuntamiento con dineros públicos… hay que investigarlo ahora”.
¿Empezar una era de odios? La inició hace 18 meses. ¿No estamos en elecciones? Y su bacheo del jaguar, ¿no es una estrategia electoral? ¿Vomitar resentimientos? Para eso le sirve el Jaguar. ¿Eran del Ayuntamiento con dinero público? Que lo demuestre y no ande de hocicona. Como siempre, acusa y no aporta pruebas. Lo único cierto es que no le gustó su botarga, y hasta amenazó con que va a investigar… ¡Uy qué miedo!
MILLONARIO DISPENDIO EN INIFEEC. Tocó turno al director del Instituto de la Infraestructura Física Educativa del Estado de Campeche (Inifeec), Ricardo López Blanco, de hablar de los “avances” en algunos planteles educativos de diferentes Municipios, pero nunca precisó en qué consisten los onerosos gastos.
Comentan entre constructores que López Blanco —impuesto en el cargo por su estrechísima amistad con Rodolfo Sánchez Sansores, sobrino de la gobernadora— licitó por invitación tales obras a empresas previamente palomeadas, las cuales aceptaron aportar de comisión el 20% que se les exigió. ¿Quién se embolsa ese dinero? ¿No que se acabó la robadera? El vox populi insiste en que en todas las secretarías les requieren ese mismo porcentaje.
Sí, se ven muy bonitas las escuelas, pero los trabajos de pintura no justifican los montos que dijo invirtieron. Además, el rubro de mantenimiento y rehabilitación es demasiado ambiguo. Si la licitación por invitación enturbia la obra, la negativa gubernamental a transparentar el uso de los recursos los hace ver como unos verdaderos ladrones. ¿Hasta cuándo? ¿Qué tiempo falta para que se larguen?
DIGNIDAD CON PRECIO. Calzando sus elegantes tacones negros Yves Saint Laurent, los cuales tienen costo que ronda los 25 mil pesos, la millonaria gobernadora rememoró que cuando en sus campañas previas le ofrecían dinero para hacer política, contestaba que la política se hacía con dignidad, porque “quien te paga manda y quien recibe obedece”. Gulp.
La frase debe haber calado profundo en todo el Municipio del Carmen, donde la gobernadora demostró que carece de dignidad, y obedeciendo a quien le paga, pateó las oficinas de Pemex que el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió reubicar en la Isla, con la excusa rastrera de que no hay infraestructura. ¿Acaso la hay donde van a poner las estaciones del Tren Maya? Desde luego que no.
Quien le paga le mandó decir lo que dijo, y obedeció mansa y sosegada. Pudo más el servilismo, la sumisión y la abyección de Layda Sansores que la necesidad del pueblo carmelita.Con eso en consideración, ¿puede presumir dignidad? Los carmelitas tienen la palabra.
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