En las tripas del jaguar: 10 de abril de 2023

BOLSEARON A LOS RESIDENTES. Al igual que la gobernanta, por respeto a los días de Pascua, este columnista decidió que necesita un descanso y dejará de trabajar esta semana. Pero a diferencia de la fodonga anciana pelirroja, este columnista adelantó sus líneas para que usted amable lector continúe enterándose todos los días de los abusos, robos y excesos de la familia feliz que hoy tranquilamente reposa en su feudal playa privada —fuertemente resguardada por policías— producto del saqueo del difunto pirata Negro.

No le quedó más remedio a las más de 120 familias residentes de ese balneario que pagar la arbitraria cuota de 1,200 pesos por persona que los abusadores y prepotentes Sansores les exigieron a “punta de policía y grúa” para poder accesar a sus propias viviendas. Prometió Layda acabar con los privilegios de los demás, pero no con los de su familia feliz. En eso, al menos, no mintió.

Por cierto que todos los “donativos” que están cobrando, decretaron unilateralmente que se invertirán en embellecer las playas del hotel, el cual es propiedad de ellos mismos. ¿No son unos cínicos, ladrones, ventajistas, abusadores, prepotentes hdspm? ¿Abrimos una encuesta en Whats para que puedan votar?

NUEVO TRÁFICO DE INFLUENCIAS. Es inútil tratar de desmentir que no existe un evidente tráfico de influencias en el contundente golpe que habría asestado Layda Sansores a los concesionarios del transporte público de Campeche, para favorecer al grupo ADO y a su amigo, colaborador de campaña, accionista y representante de esa empresa, Luis Zubieta Bojorquez, cuyo hijo preside el Infocam.

Desaparecer el Instituto Estatal del Transporte para crear una Secretaría de Movilidad, que estaría a cargo de un exempleado de ADO de nombre Íñigo Yáñez, confirmaría la versión que hasta hoy la senil mandataria ausente ha sido incapaz de aclarar, al igual que su desapego e indiferencia hacia los campechanos.

Ante el valemadrismo de la dictadora gobernante, los trabajadores transportistas deben unirse y tomar decisiones duras para protegerse ahora que su gremio está en evidente peligro de extinción. Como hicieron cuando la empresa Uber pretendió robarles la plaza, tienen que defender lo que es suyo, o resignarse a morir. Su suerte está echada.

LOS ERRORES DEL AYER. Aún recordamos a la gobernadora Sansores haciendo campaña a favor de la reforma eléctrica de López Obrador, y con su enorme boca exclamar en un discurso en el cual hizo uso de ese florido vocabulario de carretillera que la caracteriza: “Los que trabajan para los Iberdrolas, trabajan para su chingada madre, pues que ahí se vayan”.

Precisamente la semana pasada el Presidente anunció la compra de 13 centrales de generación eléctrica a Iberdrola por seis mil millones de dólares, y aunque habla de una “nacionalización”, la compra la hace México Infraestructure Partners, sociedad que quién sabe quiénes la integran, se pagará con recursos del Fonadin y la operará la CFE.

Ahora que el Presidente y el Gobierno Federal tendrán que trabajar para pagar a Iberdrola, según Layda trabajarán también “para su chingada madre, pues que ahí se vayan”. ¿No se podrán ir de una vez y luego vemos cómo pagamos?