Mafia veracruzana controla Congreso

Teje red de corrupción y nepotismo encabezada por Gómez Cazarín

Mafia de veracruzanos que se caracteriza por sueldos estratosféricos, tráfico de influencias, nepotismo y corrupción, tiene el control del Congreso local, desde la Dirección de Finanzas hasta la Coordinación de Asesores, denunció el secretario regional del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, Luis Alonso García Hernández.

Y acusó que “el bufón de diputado plurinominal, el también veracruzano Alejandro Gómez Cazarín, al parecer desvía el presupuesto del Poder Legislativo para su patético show y comedia musical con fines proselitistas”.

Los veracruzanos, continuó, actúan en el Congreso como una organización delictiva y franquicia familiar, donde se ha tejido una red de corrupción y nepotismo encabezada por Gómez Cazarín, quien designó a sus paisanos y desplazó a campechanos en las principales direcciones del Poder Legislativo.

Es así que María del Carmen de los Remedios Enríquez Lomelí funge como directora de Finanzas, su hijo René Augusto Sosa Enríquez ocupa ilegalmente el puesto de encargado de despacho de la Secretaría General, y su pareja Macario Aguilar Moreno es coordinador de asesores.

Enríquez Lomelí, con nivel en el tabulador de 4.3, cobra casi 50 mil pesos. Estudió contabilidad en la Universidad Villa Rica y asumió el cargo en el Congreso el 16 de octubre de 2021, cuando inició la LXIV Legislatura.

Su trayectoria ha sido en Veracruz. Del 2013 al 2017 fue titular de la Ventanilla Única de la Dirección de Obra Pública, coordinadora de Gestión y Control y tesorera del Ayuntamiento de Xalapa, pero antes, de 1986 al 2009, fue programadora analista en Pemex.

Aguilar Moreno, quien funge como coordinador de asesores, tiene sueldo similar al de su pareja. En su trayectoria profesional no tiene nada en Campeche, pues fue encargado del Departamento de Licitaciones y Adjudicación de Obras de la Dirección de Infraestructura de Salud en Papantla, Veracruz, donde fue señalado de malos manejos en servicios de salud.

El hijo de la directora de Finanzas realiza las funciones de secretario general de manera ilegal, y ha sido involucrado en presuntos actos de corrupción cuando se desempeñó como secretario técnico de la Fiscalía Anticorrupción de Veracruz, pues fue denunciado penalmente de tratar de encubrir a un exfuncionario municipal.

García Hernández agregó que se suma a la fauna veracruzana José Alfredo Corona Lizárraga, quien actualmente es comisionado de transparencia en Veracruz y cobra como asesor legislativo en Campeche.
También, el titular de la Auditoría Superior del Estado de Campeche (Asecam), Javier Hernández Hernández, a quien impusieron con base en sobornos a algunos diputados de oposición.

La mafia veracruzana tiene el control y manejo del Congreso, pues Enríquez Lomelí paga las facturas de los caprichos y burda campaña anticipada de Gómez Cazarín; Sosa Enríquez opera el control de los procesos legislativos para priorizar las ocurrencias llamadas iniciativas de Morena; Corona Lizárraga oculta los malos manejos, y Hernández Hernández sirve de tapadera de la corrupción.

Por eso, Gómez Cazarín debe ser investigado y auditado por órganos que no estén al servicio de Layda Sansores y garanticen transparencia, pues el presupuesto del Congreso al parecer es desviado para satisfacer las ridiculeces de conciertos de rock.