El Fipronil mató a miles de abejas

Causó daños que se estiman en 12.9 mdp, considera Ecosur.

La muerte de abejas en tres mil 653 colmenas en Hopelchén fue causada por el insecticida Fipronil, y es uno de los casos más graves de intoxicación que se ha registrado en la Península de Yucatán, consideró el investigador Remy Vandame, del Colegio de Frontera Sur (Ecosur), que se encargó de una investigación técnica y científica en la zona afectada, que concluyó con pérdidas estimadas por 12 millones 990 mil 418 pesos, aunado a 13 mil 200 días de trabajo de los apicultores.

Al presentar la ponencia “La situación en los agroquímicos y su efecto en las abejas” en el marco del Día Mundial de la Abeja, señaló que desde que se reportó la muerte de miles de esos insectos en los apiarios de estas comunidades, los colaboradores y los técnicos de Ecosur visitaron a los apicultores, para tomar muestras e iniciar las investigaciones, para determinar las causas.

Se constató que en Suc Tuc fueron 48 apicultores afectados, con dos mil 928 colmenas y pérdidas de dos mil 870; es decir el 91.5 por ciento, y en Crucero de Oxá, 31 apicultores perdieron 783 colmenas de mil 240 que existían, lo que representa el 63 por ciento. En total, fueron 80 productores de ambas comunidades que perdieron tres mil 653 colmenas de las cuatro mil 163 que tenían, es decir, el 87 por ciento.

Estimó que la muerte de miles de abejas repercute también en pérdidas para la producción agrícola, e impactará en 92 mil 633 hectáreas sembradas de arroz, chile, limón, maíz, mango, sandía, sorgo, soya y tomate, por la dependencia en la polinización, lo que equivale a más de cinco millones de pesos. “No solo pierden los apicultores, sino también los campesinos del Municipio de Hopelchén, al no contar con abejas”, advirtió.

Los costos directos e indirectos de la intoxicación se reflejan en la pérdida de empleo rural, pues cada apicultor le dedica al año 75 días de trabajo familiar y contrata 90 días de jornal que equivalen a 13 mil 200 días de trabajo perdido entre los 80 apicultores. También en la producción de miel por cuatro millones 548 mil 134 pesos, pues en cada una de las tres mil 365 colmenas que se siniestraron se obtenía un rendimiento promedio de 31 kilos y el precio de endulzante oscila en 43.6 pesos el kilo.

Además, reflexionó, la desaparición de las tres mil 653 colmenas, con valor de mil pesos cada una, equivale a tres millones 653 mil pesos, más las 13 mil 200 jornadas de trabajo de los apicultores. Pareciera que la situación no es tan grave, pero no es así. La producción de miel tenderá a la baja por los múltiples problemas, entre ellos el más importante, la muerte de miles de abejas, estimó.

De las muestras tomadas en 16 apiarios donde aparecieron las abejas muertes, los estudios realizados en laboratorios de Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (CIATEJ), campus Monterrey, Nuevo León, arrojaron que el 100 por ciento tenían Fipronil, el insecticida usado en parcelas de riego. En tanto, los estudios del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) revelaron que de las cinco muestras tomadas, el 100 por ciento tenía Fipronil.

O sea, se concluye, con base en los comparativos, que es el Fipronil el responsable de la muerte de las abejas, por lo que se deberán tomar medidas para impedir su uso en el campo campechano, para no afectar a los apicultores.