Arlequín
Ahora que vendrá el momento de decidir el futuro del país tenga cuidado y no se deje engañar por falsos pobres. Por aquellos que le dirán que el barrio los respalda, que son banda, pero en realidad son potentados y oligarcas disfrazados de pueblo.
Primero, hablemos claro. Aunque hay un pelotón de aspirantes, sólo hay de dos sopas, y la de fideos ya se acabó.
Por Morena, sólo son Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard. Y por la oposición ya lo dijo dedito presidencial, que nunca se equivoca, es Xóchitl Gálvez. Y párele de contar.
Aunque algunos aún le dan algo de vida a Santiago Creel, el Frente Amplio opositor ya debería suspender su proceso de selección, pues el Presidente, que es el verbo encarnado, la voz del pueblo, que es la voz de Dios, dijo que #EsXóchiitl, así que para que tanto brinco.
Dicho lo anterior, vayamos a lo que la señorita Liz García Vilchis podría llamar “Quién es quién en los pobres en la contienda para el 2024”.
Por un lado, están los verdaderos pobres, avalados por la Asociación Nacional de Caricaturistas de la 4T Similares y Conexos de la R.M. y por el otro, los falsos pobres.
Empecemos por los verdaderos pobres.
En esta categoría se encuentran Sheinbaum y Ebrard.
Usted no está para saberlo, pero este Arlequín sí para contárselo, había días en que la familia Sheinbaum Pardo la pasó mal, y no había ni para las clases de ballet de Claudita. Desde luego, Claudia no vivió en la miseria, era, y es, parte de la clase media, pero de la clase media buena, de la que no es aspiracionista, esa que le tiene amor al dinero.
Recuerde que en 2004 su entonces esposo Carlos Imaz, a la sazón delegado de Tlalpan, fue grabado en video cuando recibía un par de bolsas con fajos de billetes de manos del empresario Carlos Ahumada, y vaya usted a saber si eso, si ese asco que Sheinbaum siente al dinero, contribuyó al fin de la relación.
En términos reales, Sheinbaum es pobre, no es rica.
Marcelo Ebrard vivió en las favelas de Chimalistac y la Colonia del Valle, no siempre ha usado Rolex, y él se las ha visto duras. Ha sufrido discriminación por sus orígenes franceses. El niño Ebrard tenía que hacer largos recorridos para ir todos los días hasta el Colegio Simón Bolívar, donde cursó la primaria y secundaria. Y ya más crecidito, asistió a la austera universidad “La Salle”.
Ya entrado en el mundo de la política, en el que su esfuerzo lo llevó a ser jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Ebrard sufrió una brutal embestida por parte del Gobierno de Enrique Peña Nieto y tuvo que salir del país. Y ¿a dónde va la gente pobre cuando está en peligro? Pues, desde luego que, a París, Francia, donde la vida es muy barata y hay pura barriada.
En contraste, Xóchitl Gálvez es de la aristocracia de Tepatepec, Hidalgo. Aunque sus padres, un profesor de educación básica de origen otomí, y una ama de casa, también con raíces otomíes eran personas sencillas, Xóchitl desde niña mostró su amor por la riqueza.
Desde muy pequeña pertenece a la clase empresarial, pues era dueña de un próspero negocio de postres, ella prefiere decir que vendía gelatinas, pero en realidad esa fue sólo una muestra de su ideología neoliberal y mercantilista.
Xochilita siempre tuvo amor por el dinero, que como todos sabemos es el diablo.
Es cierto que lo de las gelatinas le ayudaba para poder comer, pero también para comprar bienes materiales, como zapatos y lápices para la escuela, de los que cualquier persona que quiera servir al pueblo debe estar desapegado.
La señora Gálvez proviene de la cultura del aspiracionismo, y por si fuera poco es una mujer empresaria, actividad que no es bien vista en los movimientos revolucionarios, donde las grandes obras son entregadas a las Fuerzas Armadas y no son dejadas en las garras de los voraces hombres y mujeres de negocios.
Cuándo ha visto a un pobre que posea una bicicleta plegable de algunos miles de pesos, como la que conduce ella por la Ciudad de México.
Usted dirá que algunas de las corcholatas andan en camionetones y hasta en aviones de la Guardia Nacional, pero eso es muy diferente, pues esos vehículos no les pertenecen. Esos vehículos, querida lectora, querido lector son de usted, esos vehículos son del pueblo, y usted que es bueno y generoso le permite usarlos. Pero, la bicicleta, esa es de ella, y sabrá Dios si está incluida en su declaración patrimonial y en su 3 de 3.
Tanto los opositores, como algunos miembros de su partido, aseguran que Claudia y Marcelo (ni qué decir de don Adan Augusto López) gastan grandes sumas de dinero para pagar anuncios espectaculares, publicidad en autobuses, rotular miles y miles de bardas, así como para las remuneraciones de colaboradores, pero desde luego que es falso, ellos de donde podrían sacar tantos millones para esos gastos, si tienen un sueldo austero que les permite vivir en la justa medianía y ganan menos que el Presidente.
Y usted se preguntará ¿cómo, si son pobres, o cuando mucho clasemedieros, pueden pagar por esa propaganda? Y la respuesta es sencilla: su barrio los respalda. Otros pobres, igual que ellos, pero estos además anónimos, juntan sus ahorritos y, sin que una mano sepa lo que hace la otra, pagan anuncios, pintas de bardas y acarreos. Además, el partido les da cinco millones de pesos a cada uno para sus gastos, y esos millones, en manos estos dos candidatos que siempre han tenido que hacer milagros con el dinero para poder sobrevivir, los hacen rendir al máximo.
En cambio Xóchitl, como buena oligarca, dice que su propaganda en redes sociales y sus traslados por el país los cubre con ingresos de su propia compañía. ¿Cuándo ha visto a una pobre dueña de alguna compañía? Aunque ella comenzó desde cero su empresa, eso no le quita su vocación neoliberal. Recuerde las gelatinas y que ella es riquilla desde chiquilla.
Ahora ya tiene usted toda la información para que no le vayan a engañar e intenten darle rico por pobre. Recuerde, si tiene el sello 4T es garantía de una persona pobre que es buena, no es corrupta y no traiciona. Y ejemplos hay muchos, ahí está el pobre Manuel Bartlett, quien es tan pobre que lo único que y tiene es mucho dinero y una treintena de inmuebles.
Por el bien de todos, vote primero por los pobres, los pobres de la 4T.
ME CANSO GANSO.- Los árbitros de la pobreza. Hubo un día en que México, con base en métodos científicos se evaluaban los niveles de pobreza.
Hoy, que la educación y la ciencia, son consideradas accesorios de fifís y neoliberales, el pobretómetro y el indiómetro están en manos de los caricaturistas afines a la 4T y algunos científicos revolucionarios, como el doctor Lord Molécula.
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