Tildan de traidores a Cazarín y a Layda

Cientos de transportistas advierten que habrá voto de castigo contra Morena en 2024

Cientos de transportistas que se plantaron ayer en el Palacio Legislativo, acusaron al presidente del Congreso, el veracruzano diputado Alejandro Gómez Cazarín y a la gobernadora Layda Elena Sansores San Román de ser “traidores al pueblo”, tildaron a los legisladores morenistas de ser una “bola de corruptos”, exigieron parlamento abierto antes de aprobar la Ley de Movilidad que sólo beneficia al monopolio Grupo ADO, y anticiparon voto de castigo a Morena en 2024 si es aprobada la nueva normativa.
Los transportistas de varios Municipios, principalmente de Carmen, Campeche y Calkiní, cercaron los accesos del Palacio Legislativo y su recinto de sesiones, para impedir la aprobación de la Ley de Movilidad y Seguridad Vial, ante lo cual el debate de ese dictamen fue pospuesto para la otra semana.
Con lonas, mantas y pancartas con leyendas donde acusaron que la mandataria está vendiendo el transporte en Campeche por la llegada del Tren Maya, la tildaron de traidora y exigieron aplicarle la Revocación de Mandato, los concesionarios del transporte urbano, colectivos y taxis demandaron a las y los diputados morenistas que los escuchen.
Junto a sus esposas e hijos, denunciaron que esta ley dejará sin sustento a más de 15 mil familias y viudas que dependen de esta actividad, y pidieron la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que el Gobierno Estatal quiere abrogar y no armonizar como establece la ley a nivel federal, lo que no les garantiza certeza jurídica.
Repudiaron que antes Sansores San Román estaba contra la privatización, y ahora lo quiere hacer con el transporte público desplazando a gente que por 20, 30, 40 y hasta 50 años ha brindado el servicio, y atajaron que el monopolio lo representa la empresa nacional y no ellos, quienes cuentan con concesiones individuales.
El dirigente transportista de Carmen, Máximo Antonio Zavala, sostuvo que no se oponen a la modernización, pero que la 4T los tome en cuenta en vez de excluirlos, pues esta ley no busca beneficiar a la ciudadanía, sino a empresarios del Grupo ADO, y expuso a la gobernadora que si lo que quieren son más unidades, hay compañeros a la espera de concesiones.
“Nos tratan como si fuésemos analfabetas, pero sabemos lo que quieren hacer”, arremetió, y calificó como burla el anuncio del Instituto Estatal del Transporte (IET) sobre la entrada de Uber, en tanto que Marco Antonio Cocom advirtió que se manifestarán mañana (por hoy) durante la visita de López Obrador a Carmen.
Denunciaron que el Instituto Estatal del Transporte (IET) está obligándolos a cambiar el color de sus unidades a rojo guinda de Morena, al tiempo que recalcaron no estar en contra del Gobierno sino de la Ley de Movilidad que pretende acabarlos, ante lo cual amenazaron con tomar medidas si los legisladores morenistas la aprueban.
Ningún partido nos mueve, venimos por voluntad propia a defender nuestro patrimonio. Detrás de nosotros ¿saben quiénes están?, familias que dependen de nosotros”, fustigó José Armando Durán.
Flanqueado por sus compañeros de bancada, el coordinador parlamentario de Morena y presidente del Congreso, el jarocho Gómez Cazarín ingresó al salón de sesiones para evitar ser increpado por los transportistas, y desde la última escalinata, ya protegido, les gritó que están siendo movidos por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
“No sé por qué el PRI los engaña y los hace ir y venir, desgastarse, es responsabilidad de ese partido lo que suceda. Y desde aquí le digo a Ramón Santini, su presidente, que pare esta situación, deje de incitar a la gente. Oigan los gritos, mentadas de madre, no importa que nos recuerden a nuestra jefecita”, asentó, y dijo que Morena no se someterá a caprichos.
Enardecidos, los transportistas le respondieron que nadie los mueve y que deje de decir mentiras, y le llovieron expresiones como “bandido”, “traidor al pueblo”, “miedoso”, “vendido” y “fuera”, pero no mentadas de madre como aseguró el veracruzano, quien se refugió perseguido por la turba de manifestantes que ingresó para presenciar la sesión ordinaria. Se retiró cuando se retiraron los manifestantes.