Arlequín (*)
Usted podrá criticarlo todo lo que quiera. Que si tiene dividido y polarizado al país, que si su sexenio ha sido más sangriento y con mayor número de muertos que el de sus antecesores neoliberales, que durante su Gobierno 50 millones de mexicanos no cuentan con servicios de salud, que si sus libros de texto son ideología pura, que el Aeropuerto Felipe Ángeles, el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas son dos costosísimos mamuts blancos, que es machista, que la corrupción no ha sido erradicada como lo presume o cualquiera otra de esas mentiras que los contrarrevolucionarios conservadores propalan. Pero de que el presidente Andrés Manuel López Obrador es bueno para las apuestas, eso ni el más plantado de sus adversarios lo puede negar.
Él dijo que Xóchitl Gálvez sería la candidata presidencial de la oposición y lo será. Y, si usted cree que eso de ganar quinielas es tan fácil y que el señor Presidente no es el único que sabe lo que pasará en el futuro, a ver, atrévase a predecir quién ganará la encuesta de Morena. ¡Ah, verdad!, ya vio, que no es tan sencillo. Velasco, Monreal, López, Noroña, Ebrard, vaya hasta Sheinbaum, cualquiera podría ser un digno heredero de la silla que hoy ocupa el tercer presidente mejor calificado del mundo.
Y, como el proceso de selección de Morena es tan confiable como impenetrable, hoy no hay nadie que pueda decir quién ganará la candidatura morenista. Bueno si hay alguien, pero él ha jurado sobre la cartilla moral que no se meterá en el proceso de selección de su partido, y cuando él dice que no se meterá es que no se meterá.
Sería muy interesante que con sus dotes de pitoniso del bienestar dijera quién será él o la ganadora del proceso de selección de Morena, que tiene a todos en vilo.
¿Será Manuel Velasco, será Monreal, será Adán Augusto Noroña, será Marcelo o #EsClaudia? Nadie tiene la menor idea de a quién favorecerán las encuestas, sólo él lo sabe, pero, por una razón de ética e imparcialidad no puede decir lo que los arcanos le han revelado, él sigue tratando igual a todos, no hay preferencias, no hay consentidos ni consentidas.
El Presidente ha dicho que una vez que Morena, bueno el pueblo, decida quién será la persona encargada de dar continuidad a la 4T, él le entregará el bastón de mando. Pero en realidad, quien gane deberá pedirle que además del báculo, le haga entrega de la bola de cristal que le permite ver más allá de lo evidente.
En parte, gracias a ese instrumento de clarividencia, este sexenio ha alcanzado los logros que hoy puede presumir. Por ejemplo, desde diciembre de 2018 la bola de cristal reveló que una peste sembraría muerte y angustia al mundo entero y el Presidente armó al equipo ideal para enfrentar la pandemia que estaba por venir.
Buscó al mejor científico del mundo, envidia de cualquier país, el doctor Hugo López Gatell y cuando en 2020 legó el Covid, México ya estaba preparado esperando al virus, tan es así, que el Presidente dijo que la “pandemia nos vino como anillo al dedo”. Algunos pensaron que la declaración fue un acto de vanidad, pero en realidad él sabía que estábamos listos para lo que viniera, y así fue. Y hay quien se atreve a criticarlo porque murieron 800 mil personas, pero nadie le reconoce que si no hubiese estado preparado las defunciones se habrían multiplicado, él apostó por López-Gatell, y como siempre, ganó.
Pero regresando al terreno electoral, la bola de cristal de AMLO aún tiene mucho trabajo por delante. Primero, deberá mostrar si luego de los resultados de la encuesta de su partido alguno de los aspirantes se inconformará, romperá con la 4T y se volverá adversario. Recuerde que él no se va a meter en el proceso, pero la clarividencia le permitirá estar prevenido para lo que venga. Para que, emulando a Jesús, cuya obra ha dicho que admira, cuando el traidor llegue, él le pida que lo bese en la mejilla.
También deberá revelar quiénes serán los candidatos o candidatas de Morena y el Frente Amplio por México al Gobierno de la Ciudad de México y al resto de las gubernaturas que estarán en juego en 2024. También, debe predecir qué pasará con Movimiento Ciudadano y si su candidato presidencial será alguno de los tres jóvenes fuertes del partido, Samuel García, Luis Donaldo Colosio o Dante Delgado, el más chamaco de todos y desde luego, la bola deberá decirle al Presidente, desde ahora, quién lo sucederá en el cargo para ir preparando la entrega del bastón de mando del Gobierno. Recuerde que para entonces sólo habrá entregado el bastón de mando del movimiento, no se confunda, son dos bordones, que nunca se deben mezclar.
Además, luego de que el próximo miércoles se sepa quién irá por Morena a la candidatura presidencial, López Obrador deberá preguntarle a la bola quiénes son los personajes anónimos que, sin consentimiento de las corcholatas presidenciales, gastaron cientos de millones de pesos para tapizar el país de propaganda, bardas, espectaculares, portadas de revistas fake, figuras de peluche, gorras, camisetas y muchos artículos más con la imagen o el nombre de los aspirantes presidenciales. Una vez que la clarividencia haga el trabajo que no hicieron las autoridades, esos anónimos personajes deberán ser castigados para evitar que vayan a repetir sus fechorías durante la campaña presidencial.
Pero la bola de cristal no sólo le sirve a AMLO para apostar en la política, también se da sus licencias y la utiliza para cosas más interesantes, cómo saber los resultados del béisbol, quién será el ganador de la segunda temporada de la Casa de los Famosos, el clima, en qué acabarán sus series favoritas, en que lugar terminará este domingo Checo Pérez, América o Cruz Azul, quién ganará el clásico joven del fútbol mexicano.
AMLO es el tercer Presidente más popular del mundo mundial, el Presidente más atacado en la historia de México, pero también, es el que gana todas la apuestas. Qué más se puede pedir en estos momentos y rumbo al 2024.
ME CANSO GANSO. La familia que no se mete en la política. Pío López Obrador apoya públicamente a Marcelo; José Ramiro López Obrador, mejor conocido como “Pepín”, apoya públicamente a Sheinbaum; Andrés Manuel López Obrador ataca un día sí, y otro también, a Xóchitl Gálvez; José Ramón López Beltrán, arremete contra Xóchitl Gálvez, y Manuelita Obrador es destapada para la gubernatura de Chiapas, que tal si la familia se metiera en política. ¡Gulp!
(*) Analista serio de la política cómica.
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