SE OPUSO A MILITARIZACIÓN. El 22 de noviembre de 2017, la entonces senadora Layda Sansores subió a la tribuna a dirigir un discurso al entonces secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, que vale la pena recordar, pues sus posturas políticas como opositora cambiaron totalmente cuando dejó de serlo. Vamos por partes. Esta que habla de su rechazo a la militarización es imperdible:
“Imponer una Ley de Seguridad Interior sería un paso gigantesco para militarizar el país… En ningún país desarrollado los ejércitos la hacen de policías… usted se había comprometido a capacitar a la Policía Federal para que el Ejército en las calles solamente estuviera un determinado tiempo. Porque cuidado ¡eh! Al militarizar el país… entregan la seguridad nacional al esquema de Estados Unidos violando a la soberanía nacional”.
Hablemos de Campeche, donde López Obrador dio al Ejército control de los aeropuertos y del espacio aéreo, y también de una nueva aerolínea, además del Tren Maya y sus estaciones y hoteles. No olvidemos que hacen labor de policías a través de la Guardia Nacional. Se ha militarizado al Estado y Layda Sansores no ha protestado que ello afecta nuestra soberanía. ¿Por qué? ¿Qué la hizo cambiar de opinión? Que hable. El silencio es complicidad, desdén y burla.
SE OPUSO AL ESPIONAJE. En ese discurso Layda Sansores condenó el espionaje telefónico que realizaba el Gobierno de Enrique Peña Nieto a periodistas y a adversarios políticos. Quien realizaba ese trabajo sucio era el entonces comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, hoy fiscal general de Campeche, sobre quien pesa una denuncia por robo de equipo de espionaje.
“Qué tal escucha a periodistas y adversarios a través de Pegasus, y de gran red de espionaje. Pegasus sólo se vende a gobiernos, transparente el costo, díganos ahora de software y los nombres de todas sus víctimas. ¿Aristegui y los defensores de los derechos humanos amenazan la seguridad nacional? Espiar es un acto fascista”.
Layda Sansores condenaba el espionaje, pero se trajo al espía de Peña Nieto para que sea su fiscal, con Pegasus y todo. Por eso ha filtrado conversaciones ajenas en su Jaguar, y de paso se autodeclaró fascista —autoritario, totalitario, dictatorial, represivo, militarista y anticomunista—. Dejó de ser la opositora que acostumbrábamos ver, para convertirse en la misma mierda que tanto criticó.
SEGÚN LAYDA, FRACASÓ AMLO. Y no podemos omitir este lapidario párrafo que la entonces opositora Layda Sansores utilizó para resumir que el sexenio de Peña Nieto fue un fracaso. Lea detenidamente, reflexione y aplíquela al Gobierno de López Obrador, porque le queda como anillo al dedo.
“El éxito no se mide por la buena voluntad, se mide por resultados, y aunque vengan aquí con discursos que son verdaderas fallas patéticas del servilismo y la lambisconería… el resultado es que usted fracasó, eso es lo que cuenta… Peña tiene a México escupiendo rabia, él es quien acosa al pueblo saqueándolo, reprimiéndolo, descabezando instituciones…!
Los resultados de Andrés Manuel son reprobatorios en salud, educación, empleo, desarrollo, seguridad y economía, o sea que fue un rotundo fracaso, según la lógica de Layda. Otra paradoja es que el Gobierno del tabasqueño saquea, reprime y descabeza instituciones. Ha hecho todo aquello que criticó. Y lo patético es que ahora Sansores es quien lee los “discursos de servilismo y lambisconería”.
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